Hacienda no es el enemigo

El Ayuntamiento de Cádiz no está en quiebra. Su situación financiera es delicada, como la de tantos otros consistorios españoles, pero se puede resolver con gestión y diálogo. Para ello, el nuevo equipo de Gobierno debe poner los mecanismos que tiene a su alcance para lograr acuerdos puntuales con la banca y flexibilizar el pago de la deuda. Esta es la primera conclusión que se extrae tras la reunión que mantuvo ayer el alcalde de la ciudad, José María González, con la secretaria general de Cooperación Autonómica y Local del Ministerio de Hacienda, Rosana Navarro. El tono empleado por el regidor gaditano en este cara a cara no ha tenido nada que ver con la beligerancia demostrada contra Hacienda y la banca nada más asumir el poder.

González anunció en agosto que el Ayuntamiento estaba en quiebra y subió en octubre un escalón en su carrera de despropósitos al denunciar que la deuda recibida era «ilegítima». El regidor amagó entonces con eludir su pago. Las palabras del alcalde han cerrado, de momento, cualquier tipo de negociación con las entidades de crédito, que se niegan a prestar dinero a una institución de la que no se fían. Todo apunta a que el alcalde ha aprendido la lección y no se pueden lanzar mensajes apocalípticos y criticar a quien finalmente te tiene que prestar el dinero por mucha ideología social y anticapitalista que lleves dentro. El alcalde salió ayer muy satisfecho de la reunión con Hacienda por el clima de entendimiento y colaboración que ha encontrado entre los técnicos del Ministerio. El alcalde tiene que cumplir ahora con uno se los compromisos que adquirió en su toma de posesión. González destacó que su gestión sería transparente y para ello crearía un portal en la web municipal donde rendiría cuentas a los ciudadanos con el fin de que las paredes del Consistorio fueran de cristal. El regidor tiene que aclarar con luz y taquígrafos qué deuda arrastra el Ayuntamiento, porque, de momento, varían algunas cifras.