Adolfo de Vigo

A hacer puñetas

Teresa escuchó la puerta de entrada, era José María que llegaba después de un duro día de pleno del Ayuntamiento

Adolfo de Vigo
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Teresa escuchó la puerta de entrada, era José María que llegaba después de un duro día de pleno del Ayuntamiento. Desde el otro lado de la vivienda le preguntó con voz melosa a su pareja «¿Qué tal el día, cariño?». El silencio era palpable, extrañada se acercó en busca de él. Lo encontró derrumbado en el sillón del salón, con la mirada perdida en la pared de enfrente. Asustada le dijo «¿Qué te ha pasado, alcalde mío?» Este solo era capaz de repetir, como si fuera un mantra, una serie de palabras ininteligibles. Ella al acercarse solo llegó a entender «a hacer puñetas, a hacer puñetas…»

Y es que «váyase a hacer puñetas» o «a freír espárragos» fueron varias de las expresiones que se pudieron escuchar el pasado viernes en el salón de Plenos del Ayuntamiento.

Podría pensarse que estas vinieron de un público enfadado con alguna actuación de algún grupo político. O que, en un cierto debate acalorado, algún interviniente externo espetara dichas expresiones a algún concejal determinado. Pero no. La realidad es que dichas demandas salieron de la boca del portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento, el señor Pérez Dorao, el cual, como si se tratara de un torero, gustándose en la faena, o de un diputado decimonónico, pausando las palabras y dándole tintes de discurso para la posteridad, invitó al alcalde a irse a hacer puñetas.

Cierto es, que esta expresión dicha en tono coloquial únicamente hace referencia a que la persona se vaya lejos, pero no deja de sonar un poco duro que dichas manifestaciones tan de la calle resuenen en las paredes de nuestro Ayuntamiento. O pocos son los argumentos que se tiene, o es que se ha llegado a un límite, a un tope de aguante, en el que ya no se soporta ningún exabrupto más por parte del que se tiene delante sin que sea contestado de la misma manera. Puede ser que los mensajes con buenas palabras no calen en el que se sienta en la bancada contraria por lo que se deba de acudir a términos que si sean de su entendimiento, o de más fácil comprensión.

Lo que no deja de ser curioso, increíble o irónico, es que alguno se sienta atacado e insultado por ese tipo de expresiones y no por el hecho de que en el salón de Plenos se muestren carteles en los que se calumnie a concejales de otro partido calificándolos de corruptos, cuando en la actualidad ni uno de ellos este incurso en ninguna causa penal de esa índole. O que ya no se acuerden algunos de aquellas consignas del tipo «la próxima visita será con dinamita». Esto debe de ser porque algunos no encajan bien que se les trate de la misma manera a como ellos tratan, o que se les diga lo que ellos dicen.

Este hecho, no hace más que ponernos de manifiesto el nivel del discurso político que actualmente se vive en la ciudad. Ay! si Cayetano del Toro o el propio Fermín Salvoechea, actual guía espiritual de unos pocos, levantaran la cabeza y escucharan los discursos, las expresiones, o el lenguaje que, algunos de los que se sientan en la bancada de concejales, utilizan hoy en día para defender los intereses de los gaditanos.

Mucho me temo que como esto siga por estos derroteros llegará el día en el que alguno hará un ‘Fernando Fernán Gómez’ y mandará al de enfrente a la… bueno, ya me entienden.

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