EL APUNTE

El enero de cada año

Los datos del paro son negativos en una provincia castigada pero la tendencia anual invita a cierta esperanza

La Voz de Cádiz

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Parece que toda la provincia, que todo Cádiz, contiene la respiración cada vez que van a salir los datos del paro. Es como un examen mensual y llevamos, todos, demasiados años supendiéndolo por sistema. Parece que está ya todo dicho y todo escrito con respecto al paro. Somos expertos internacionales en desempleo, en analizar cifras y lamentar su evolución. Controlamos todos los aspectos de este fenómeno social excepto sus causas y soluciones. De lo contrario, se habrían aplicado remedios, alivios, en los últimos 30 años. Pero en manejar sus números y porcentajes tenemos un auténtico doctorado colectivo, el que dan tantas décadas a la cabeza del triste ranking en Andalucía, España y Europa. Así que ya sabemos que enero es un mal mes por tradición.

Los contratos temporales de comercio y hostelería que propició la campaña navideña provocan, como el revés de la misma moneda, este que quizás es el peor mes del año para el empleo, con el fin de los contratos de los pequeños y medianos establecimientos, también de las grandes cadenas, llega el final de muchos trabajos temporales. Hasta a esos vaivenes del sector servicios (tan notables en la cercana Semana Santa y, sobre todo, verano) estamos habituados ya. Están previstos y descontados. Pero conviene tener presente que la situación mejora. Poco, lentamente y dentro de unos números aterradores en la provincia de Cádiz, pero mejoran notablemente respecto al mismo mes de hace un año y del anterior. Como ya se han encargado de traducirnos los expertos es el enero de los menos perjudiciales en muchos años y a esa esperanza habrá que agarrarse.

Así, en la provincia de Cádiz las listas de demandantes de empleo se han visto incrementadas en 2.700 personas, en una subida notable que agrava una cifra total que, pese a su tendencia descendente, aún es preocupante. La cifra, aunque sea negativa y en un paisaje muy duro desde hace muchos años, viene a confirmar que la recuperación es sólida. Hay casi 13.000 desempleados menos en el mismo mes de 2017, que a su vez ya había registrado un descenso similar respecto al año anterior. Por contradictorio que parezca y aunque los efectos aún no lleguen con la intensidad deseada a las familias, los números son menos rojos que durante todo la primera mitad de la década. Para confirmar esta mejoría, habrá que esperar a que termine febrero y, sobre todo, que lleguen las campañas turísticas.

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