Adolfo Vigo

Un divorcio independentista

Es imposible mantener el gesto serio cuando se ven ciertas actitudes de estos independentistas

E

otro día me encontré con un amigo y lo vi un poco demacrado. Hablando con él me atreví a preguntarle que le ocurría, pensando que fuera un tema de salud. Me contestó que para nada, que gracias a Dios se encontraba perfectamente, pero que hace unos días le dijo a su mujer que pretendía separarse de ella. Esta en un principio se mostró algo escéptica, y él para evitar males mayores, le dijo que, aun cuando su decisión de separación era firme, la dejaba en suspenso para poder mantener con ella diferentes charlas para que la separación fuera amistosa.

A ella esto no le sentó nada bien y en un par de ocasiones le envió un ‘whatsapp’ para que le dejara claro si quería separarse de ella o no. Mi amigo que nunca ha llevado bien esto de los ultimátum, se limitó a contestarle que antes de contestar a eso, él creía oportuno aclarar ciertos puntos previos para ver si se podía solucionar esta separación, o divorcio, de una manera civilizada, e incluso le ofreció la posibilidad de acudir a un centro de mediación familiar, cosa a la que ella se ha negado, argumentando que nadie ajeno a su matrimonio debe de inmiscuirse en sus problemas. A la vista de esto, su mujer como medidas de presión, se ha ido a vivir a casa de su madre, ha vaciado sus cuentas corrientes, ha cambiado al niño de colegio y se ha llevado el Movistar plus. A más inri, el otro día ha recibido una comunicación de un grupo de abogados en la que se le cita para que vaya a su despacho a fin de que se le va a aplicar no sé qué artículo del Código civil con respecto al divorcio. Ahora mi amigo se encuentra sin posibilidad de negociar nada, sin liquidez económica, sin competencias en la educación de su hijo, sin posibilidad de ver nada que le anime en la tele y a la espera de las medidas que van a adoptar los abogados de ella.

Y para colmo, los amigos que tenían se están yendo de su lado para irse con su mujer. Me da a mí que la independencia que quería le va a salir cara…

Como se habrán imaginado ni existe mi amigo, ni su esposa, ni ese divorcio, pero es que o nos tomamos con un poco de sentido del humor lo que está pasando en Cataluña o nos volveríamos locos. Es imposible mantener el gesto serio cuando se ven ciertas actitudes de estos independentistas, porque las aptitudes brillan por su ausencia, como decir que las empresas se van por miedo a la policía, que van a suspender el euro y crear su propia moneda o, simplemente, que el resto de Europa los va a admitir como un miembro más en la Unión Europea.

Lo que si de verdad me preocupa es que haya gente que se los crea, y mucho más, que Podemos, como partido nacional, se ponga del lado de los que pretenden fracturar este país, deslegitimándose para en un futuro presentarse a gobernar a esta nación, a la que están contribuyendo a desmembrar, bajo la premisa de que nos quieran gobernar a todos los españoles.

No entiendo que se pueda calificar la aplicación del artículo 155 de la CE como golpe de estado y se defienda la ruptura secesionista. En fin, espero que cómo a mi ‘amigo’, esta independencia les salga cara a los secesionistas.

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