EL APUNTE

Democracia municipal, en riesgo

La falta de cumplimiento de las propuestas presentadas al Pleno del Ayuntamiento de Cádiz hace dudar del compromiso del equipo de Gobierno

Es un lugar común, pero cuando uno se refiere al Ayuntamiento de Cádiz, como a otros muchos de los autoproclamados del cambio, viene muchas veces a la cabeza de la frase de que una cosa es predicar y otra, dar trigo. En semanas pasadas, ya se había puesto sobre la mesa que lo de las paredes de cristal era más un argumento de campaña que una realidad en la política que desarrolla este gobierno. Del mismo modo que, en este caso fue positivo, el cacareado recorte de fondos, ayudas y apoyos a las cofradías no ha ido más allá de la falta de representación institucional en actos religiosos que son seguidos por miles de gaditanos. La ideología, por encima de la política.

La última de las sorpresas que ha deparado el gobierno de González Santos ha sido el desprecio casi absoluto por las mociones aprobadas en el Pleno municipal. Ya se sabe, si lo que sale adelante en el órgano de representación municipal (ojo, no hay que olvidar que es el que establece las sensibilidades políticas de los ciudadanos) no le gusta al equipo de Adelante Cádiz, simplemente no lo ejecuta. La oposición ha dado la voz de alerta: pese a que un 80% de las propuestas que se presentan en el Pleno se aprueban, el grado de cumplimiento y ejecución de las mismas apenas llega al 15%. En algunos casos, se aducen problemas económicos o institucionales para justificar este incumplimiento pero en demasiados casos, simplemente se deja correr el tiempo.

Llegados a este punto, cabe preguntarse por la utilidad de un órgano como el Pleno si lo que en él se discute y aprueba no modifica la línea de actuación del Gobierno municipal. Si durante cuatro años han llenado sus discursos de términos como democracia, representatividad y poder popular, ¿por qué no aplican las normas que, precisamente, emanan del órgano en el que más representada está la, por así llamarla, voluntad popular? Quizá es que se siguen aplicando consignas electoralistas en vez de responsabilidades de gobierno.

Si durante años se clamó contra el supuesto rodillo que ejercía el PP de Teófila Martínez que gobernaba la ciudad a la hora de tomar medidas, ahora el mismo lo aplica una coalición electoral que está, aunque por poco, en minoría. De nada sirve anunciar como medida salvadora que Onda Cádiz va a pasar a retransmitir los plenos si, cuando se retiran las cámaras, las decisiones que en ellos se han tomado quedan en papel mojado.

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