¿Cuánto pesan los prejuicios?

De lo sucedido el año 2017 merece la pena hacer algo de memoria. Aquella chirigota con el difunto 'Manué' de cuerpo presente, se llevó unos tristísimos 180 puntos en preliminares que solo le sirvieron para pasar de fase, por los pelos, y en el puesto dieciséis. Y no, no era cuestión de dónde el jurado había puesto el listón. Admito que eso pueda ocurrir el primer día y sin haber pasado agrupaciones fuertes, pero aquel fue el quinto día de preliminares y en la sesión anterior ya había concursado Vera Luque (a la postre ganador del concurso) con 'Los del planeta rojo, pero rojo' y se le habían dado 228 puntos. El listón ya estaba colocadito. Sin embargo, desde aquella actuación empezó a crecer en puntuación hasta llegar a sumar en la final unos impresionantes 284 puntos. Sí, créaselo. Más de cien puntos de diferencia otorgados por el mismo jurado, con un repertorio cualitativamente similar. De hecho, el cuplé cantado en segundo lugar de la final era el de preliminares. En esa segunda ocasión a ese mismo cuplé le dieron, grosso modo, el doble de puntos. Así, sin rubor. ¿Sorprendente? Igual de sorprendente que la misma presentación pasase de 17 puntos de 30 posibles a 30 sobre 30 en semifinales y final. Y con el tipo lo mismo. Esta modificación al alza del tipo, curiosamente, únicamente ocurrió con 'El Bizcocho'. Con todo, esto solo sirvió para meter a la chirigota en la final, pues la distancia era tan insalvable en puntos desde preliminares que se tuvieron que conformar con un tercer puesto.

Esta es la tiranía de los puntos, los nombres y los prejuicios en el concurso. Sin ellos, esta agrupación ya tendría un primer premio y hoy habría repetido victoria. Quién sabe si tras derribar ese muro, los 'Daddy Cadi' también habrían podido llevarse otro primero, y no justificar aquel segundo por 99 centésimas después de cuatro fases. Las centésimas son útiles para pesar el oro o para dar una medalla en cien metros lisos, pero no para un concurso de coplas. Fue una burla. Sin puntos, también 'Los enteraos' habría sido un primer premio histórico evitando aquel mal rato a la agrupación de Kike Remolino. Las matemáticas pueden servir para llevar una nave a Marte, pero no para valorar la creatividad, el vellito de punta o la risa.

Imagino que a la hora de publicación del presente artículo, la chirigota de Antonio Álvarez 'El Bizcocho' ya será flamante primer premio de chirigotas; si no fuese así y si, como el año de 'Daddy Cadi', resolvemos nuestros demonios internos otorgándole un segundo premio, la imagen del concurso quedará muy dañada. Más dañada aún, quiero decir. Aunque continuando con el ejercicio de clarividencia, apostaría que será justo al revés: a 'Los viñanos', que es la única defendiendo el honor capitalino, le otorgarán un segundo premio muy cerquita del primero. Decisión salomónica y todos contentos. Si no, al menos ya sabéis el valor de los prejuicios en el carnaval: 104 puntos. Echaré mano de mis apuntes de mecánica relativista, a ver si soy capaz de pasarlos a gramos.