Vaya año nos espera

Ha cambiado la luz y los días comienzan a ser más largos. Mañana volveremos a adelantar el reloj y desde el domingo disfrutaremos del tan controvertido horario de verano. La verdad es que no entiendo porque continuamos con estos cambios horarios cuando se ha comprobado que no suponen un ahorro energético como se pensaba y lo único que se consigue es alterar dos veces al año nuestro reloj biológico. El ritmo circadiano, controlado por la secreción de melatonina y regida por la luz solar es lo que estos cambios alteran en nuestro organismo. Durante unos días y hasta que nos autorregulemos convenientemente, seremos los únicos afectados. Ya he comentado en otras ocasiones que aquí, en Cádiz donde disfrutamos de un clima envidiable y donde solemos convivir normalmente en la calle, este horario que mañana estrenaremos sería el que mejor nos vendría, a ver si de una vez se dejan de tonterías y monsergas.

Pero este año, con la primavera, se abre la veda. Se ponen en marcha todos y, querámoslo o no, tendremos una temporada calentita. Vendría bien un refrescón y un buen chaparrón, por aquello de la sequía que nos asola, pero no, va a ser que no. Ha comenzado una guerra sin cuartel. Esta misma semana hemos tenido la primera andanada con la fallida moción de censura. La aparición en el Congreso de los Diputados, invitado y animado por Vox, de un decrepito y avejentado Sr. Tamames me ha parecido de lo más patético. Es cierto que el viejo profesor ha dicho más de una verdad a los Sres. Diputados y hasta le ha leído la cartilla, por su abuso de poder en cuanto a la utilización de los tiempos, al mismísimo Pedro Sánchez pero, al fin y a la postre las sesiones de la citada moción han sido todo un esperpento. Este tira y afloja es lo que nos espera a partir de ahora. Cada uno va a mover ficha según les convenga y desgraciadamente veremos este espectáculo más de una vez.

Ya en el próximo mes de mayo vamos a tener las elecciones municipales y desde hace algún tiempo se están produciendo los primeros escarceos. Hasta ahora nuestro ayuntamiento que ha seguido una política de austeridad en los últimos años pero, como llegan elecciones, ha comenzado con su campaña propagandística. Ayer se inauguró, como hizo Teófila con sus Queco y Queca, la obra con la quieren ser recordados, la gran fuente luminosa de las Puertas de Tierra. También han pedido un crédito de 48 millones a los Bancos según dice nuestro alcalde «para afrontar obras necesarias para la ciudad», que casualidad hombre, todo es necesario ahora que empieza la campaña. Al final todos caen en los mismos pecados que denunciaban. La egolatría, la soberbia y las ansias por conquistar el poder les invade por igual aunque lo disfracen como lo quieran disfrazar. Vaya año nos espera, lo que nos quedará por ver.