Ramón Pérez Maura

La «democracia bolivariana» llega al PSOE el sábado

Ramón Pérez Maura
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Aunque a usted le cueste creerlo, el candidato a presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene convocada una consulta el próximo sábado -dentro de sólo cuatro días-, a celebrar en todo el territorio nacional sobre una cuestión tan trascendental como si su partido formará Gobierno o no la próxima semana con los acompañantes que tiene disponibles. En un alarde de ejemplo democrático, Sánchez decidió desposeer al Comité Federal de su partido -que ni debe de ser demócrata, ni debe de tener criterio político, ni debe de acumular la suficiente experiencia, de la que Sánchez anda sin duda sobrado...- de su capacidad de decisión y se la otorgó a todos los militantes del PSOE. Y llegados al día de hoy, martes 23 de febrero -con perdón- a sólo cuatro días de tan trascendental consulta democrática, ¿se ha hecho público el censo?, ¿se sabe cuál es la pregunta?, ¿se sabe el horario de una votación tan trascendental para el futuro de España?

Como en tantas otras cosas, Sánchez y su equipo pretenden dar lecciones de democracia al resto de los españoles y están demostrando que no se saben ni el catón. Pero lo más preocupante es que no hayamos escuchado ni una voz dentro del PSOE que haya denunciado este robo de competencias al Comité Federal sin que el procedimiento para que las asuman otros miembros del partido esté definido a unas horas de que, en teoría, se ponga en práctica.

Sánchez pretende dar lecciones de democracia al resto de los españoles y está demostrando que no se sabe ni el catón

Y aquí llegamos a la mejor demostración de la creciente influencia de la patulea de Podemos en el PSOE. Si al fin este sábado hay esa consulta, sin la que según las condiciones que el propio Sánchez nos anunció en su momento no habría ningún pacto de Gobierno, será como las que hace el populismo bolivariano en nuestra América Hispana. Los detalles de la pregunta son irrelevantes. Lo que importa es la aclamación. Ya no se trata de saber qué programa político se va a aplicar o qué acuerdos se podría alcanzar o rechazar con Podemos, o con los independentistas catalanes o los vascos. Para eso hay que elaborar un programa de Gobierno detallado y someterlo a la aprobación de sus militantes. Y eso no lo digo yo, lo dijo Pedro Sánchez, que era el que iba a ofrecer en streaming -lo que viene siendo retransmitir- las negociaciones para formar Gobierno. Hace falta ser hortera de bolera para pretender algo así. Sólo le faltó anunciar que los maquilladores para tan larga emisión los pagaría el partido para así intentar convencernos de que no nos costarían nada. Cuando en realidad su partido, salvo cuando recurren a los ERE, lo financiamos todos.

Este sábado veremos plasmarse la primera gran mentira de Sánchez en su procedimiento para formar Gobierno: la supuesta «consulta» a las bases del Partido Socialista Obrero Español.

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