Edurne Uriarte
El autogolpe nacionalista
La jornada de hoy es una prueba para el nacionalismo y sus objetivos
Una imagen repetida esta mañana a las puertas de varios centros de votación quedará grabada en la reina de los españoles y pondrá en cuestión a partir de ahora los cimientos del Estado autonómico: es la imagen de la pasividad de los Mossos y su confraternización con los golpistas. Si la policía autonómica apoya a los delincuentes, ¿para qué sirve la policía autonómica? Si la policía autonómica no garantiza el funcionamiento del Estado de Derecho, ¿es destructiva para la democracia?
La jornada de hoy es una prueba para el Gobierno de Mariano Rajoy , como tantas veces se ha recordado en los últimos días, pero es también una prueba para el nacionalismo y sus objetivos . Y a partir de mañana, esos objetivos nacionalistas será más difíciles de lograr porque se van a encontrar con una movilización mucho más intensa de esa mayoría de españoles y al menos la mitad de catalanes opuestos a sus pretensiones. Por eso su golpe al Estado de Derecho se ha convertido igualmente en un autogolpe nacionalista, en la autodestrucción de la propia estrategia de los nacionalistas. Se visualizó ayer en las movilizaciones en defensa de la unidad de España a lo largo de todo el país, como no había ocurrido hasta ahora en todo el período democrático, y se va a recrudecer después de las escenas de hoy.
Los Mossos sonríen a los sediciosos mientras que los policías nacionales y los guardias civiles son heridos por los golpistas. Son imágenes que dejarán una profunda huella en la percepción de los españoles sobre el Estado de las Autonomías.
