149 para el 155

Pablo Casado junto a los senadores del PP EP
Álvaro Martínez

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«Frente a las algaradas de los independentistas en la Diada, el Gobierno debe garantizar la legalidad, la prosperidad y la convivencia en Cataluña. Solo el PP tiene la mayoría en el Senado para aprobar el artículo 155. Y exigiremos su aplicación ante cualquier “ataque al Estado”». Este fue el aviso que lanzó ayer Pablo Casado a la ciudadanía, aunque en realidad sus principales destinatarios eran dos: el Gobierno de la nación y el de la Generalitat, enredados en una confusa «operación diálogo» (de sordos) en la que los independentistas siguen reafirmando a cada paso que quieren fundar la república catalana entre desvengonzados insultos e improperios a la honra democrática de España y a la pulcritud de su sistema de libertades.

Vistos los mensajes lanzados en la multitudinaria manifestación de la Diada de ayer por cada uno de los cabecillas de la banda del lazo (en libertad, en prisión preventiva o huidos), nada cabe esperar de la estrategia buenista y llena de gestos afectuosos a los partidarios del golpe abierta por Sánchez una vez que llegó a La Moncloa, aupado precisamente por los votos de esos mismos separatistas que unos meses atrás habían intentado arrasar la Constitución, el Estado de Derecho y la democracia. Ayer mismo confirmaron los sediciosos que siguen en las mismas, pergeñando otro golpe, porque solo así podría llegarse a la fantasmagórica república que persiguen. Así, tanto el supremacista Torra como el forajido Puigdemont –el «valiente» que salió corriendo mientras otros apechugaban con los hecho– confirmaron que «van a ir hasta el final». Más claro, agua.

Por eso es oportuno recordar a Sánchez, al que de dimisión en dimisión se le va volviendo pocho ese «Gobierno bonito», que ante la obcecación de la banda del lazo en el propósito de deshacer España, dispone el jefe del Ejecutivo en el Senado de la mayoría precisa y suficiente para activar la aplicación del artículo 155 de la Constitución, que supone la intervención por parte del Estado de las tareas de un Ejecutivo regional cuando este no cumple con sus obligaciones. En el mismo momento en que el presidente del Gobierno de los 84 diputados en el Congreso piense de verdad en España y se decida a dejar de aguantar las provocaciones, bravatas, menosprecios y añagazas que le tiende la banda del lazo, ya sabe donde hay 149 (votos) para otro 155.

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