La mejor forma de pedir trabajo

Apenas han transcurrido 36 horas entre un acto y otro. En el primero, los representantes sindicales del sector naval en la provincia exigían contratos «a largo plazo» en una asamblea pública celebrada en la noche del miércoles. Como amenaza si no sucede, hablaban de huelga general. En el segundo acto, Navantia finalizaba ayer el montaje de la espectacular superestructura de la subestación eléctrica que está construyendo para el parque eólico marino Wikinger en Alemania. Es un encargo de Iberdrola que ha dado trabajo a 700 personas y se ha resuelto en tiempo récord, en menos de tres meses. Ahora empiezan las tareas posteriores y la preparación del transporte al mar Báltico. Navantia aseguraba ayer que la complejidad del trabajo, sumada al éxito y a la rapidez con que se ha resuelto, colocan a la empresa en «posición de ventaja en un sector emergente, que puede abrir las puertas a otros contratos de similares características».

Y es que, sin duda, este tipo de actos son la mejor forma de pedir trabajo y no las manifestaciones. En un mundo tan interconectado y competitivo, tener la capacidad de responder con eficiencia y agilidad es la mejor garantía de volver a recibir encargos, de tener cada vez mayor demanda. El cumplimiento, el compromiso y no las barricadas ni las pancartas. Es innegable que las plantillas del sector naval en la Bahía han mermado. Es innegable que han atravesado años de baja actividad y mucha incertidumbre. Pero también es cierto que los encargos se han reproducido en los últimos meses, que hay faena hasta bien entrado el año y que resulta imposible garantizar el futuro a largo plazo en este negocio ni en cualquier otro. En este lugar del mundo ni en cualquier otro. Se trata de cumplir lo mejor posible, como en el caso del encargo presentado ayer y tener la convicción de que hacerlo es la única garantía de que llegarán muchos más durante mucho tiempo.