Un reportero de la BBC, en Donetsk, tras el ataque de un ucraniano, en febrero
Un reportero de la BBC, en Donetsk, tras el ataque de un ucraniano, en febrero - BBC

BBC contratará a cien reporteros para compartir sus noticias con la prensa local

Reforzará su servicio exterior para «cubrir déficits democráticos de información» en Rusia y Corea del Norte

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La BBC, que libra una batalla política con el Gobierno de Cameron, ha presentado sus líneas maestras para los próximos diez años. El director general de la compañía, Tony Hall, explicó que el lema de la corporación será «una BBC abierta para la era de internet». Prometió que será más participativa y que cooperará con sus rivales, los medios privados, a los que según los conservadores estaba dañando con su expansionismo. En esa línea de colaboración con sus competidores anuncia que contratará a cien reporteros para que hagan información local, que se pondrá a disposición de los periódicos y televisiones de proximidad. La BBC había sido reiteradamente acusada por la patronal de la prensa británica de competencia desleal en internet con la prensa local.

El gigante público aprovechaba las historias de los pequeños periódicos sin pagar por ello y al tiempo les restaba público, al ofrecerlas en una web de muchísima mayor audiencia.

Sin embargo la asociación de periódicos escoceses rechaza la idea de esa flota de reporteros, presentada por la BBC como un gesto de colaboración y que en teoría ofrecerá «información imparcial» sobre asuntos municipales y judiciales. Califican la idea de “caballo de Troya” y vaticinan que acabará haciendo todavía a los periódicos locales más pequeños y dependientes de la corporación.

A sus 93 años, la venerable BBC vive tiempos de zozobra. Debe adaptarse a la revolución digital y a un nuevo paisaje televisivo, donde han aparecido competidores como Netflix, Amazon, Google, Apple y HBO. Tiene también que digerir un nuevo estatuto organizativo, que marcará su rumbo durante los próximos diez años, al expirar en diciembre el actual. Pero sobre todo vive una clara guerra política con el Gobierno de David Cameron, que califica a la cadena pública de “imperialista” y la acusa de competencia desleal con los medios privados y de un claro deslizamiento ideológico a la izquierda.

La parcialidad de la BBC

Los conservadores estiman que el gigante público de la comunicación fue parcial contra ellos en la pasada campaña electoral, lo cual es bastante cierto, y ahora están pasándole su factura. El ministro de Cultura, John Whittingdale, es un político de vieja y conocida animadversión hacia la BBC y en julio presentó un libro verde en el que le exigía hacerse más pequeña. También cuestionaba que se siga financiando a la cadena con un canon anual por hogar de 145 libras (189 euros), que debe pagar todo británico con televisión, vea o no la BBC en la práctica. Atendiendo a esa presión, Tony Hall asegura que su canal «buscará la excelencia sin arrogancia». La BBC también ha aceptado dejar de cobrar el canon a los mayores de 65 años, lo que le engrosará unas pérdidas de 480 millones de euros, que obligarán a recortes y a renunciar a algunos servicios, que Hall no concretó.

El canal anuncia que quiere recuperar su vocación de gran servicio de noticias planetario desde el mundo libre y reforzará su Servicio Mundial, que venía sufriendo recortes desde 2010. Iniciará emisiones de radio de onda corta en Corea del Norte y servicios de televisión digital en Rusia. También comenzará a emitir noticias radiofónicas en Etiopía y Eritrea. Asegura que su objetivo es cubrir déficits democráticos en zonas con carencia de noticias imparciales. «Es el área donde la voz de este país se puede escuchar más fuerte», dice su director general.

Hall quiere que la futura BBC sea «una base para la creatividad» y dará prioridad a trabajar con el mundo del arte y la cultura, «que hacen de Gran Bretaña la mayor potencia del mundo en ese terreno».

Internet está cambiando la forma de ver y entender la televisión. La BBC reconoce que habrá de «cabalgar con dos caballos a la vez», porque debe combinar el crecimiento digital con seguir dando satisfacción a su público tradicional, acostumbrado a sus servicios convencionales. Sobre su papel en el mundo de internet, lo explican así: «Google organiza la información. Nuestro pequeño camino debe ser entenderla y trabajar con quienes nos pueden ayudar a entender un mundo muy complejo».

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