Jardines kilómetro cero

Ahora que llega el buen tiempo y comenzamos a acondicionar jardines y terrazas, podemos apostar por crear jardines kilómetro cero . Una tendencia cada vez más habitual en la que s e emplean plantas y especies locales, para fomentar el ecosistema natural del entorno. Gracias a ello crecerán de forma endémica con las características edafoclimáticas de la zona, de forma natural y espontánea, libres y sin necesidad de artificios extraordinarios para que se desarrollen como pueden ser enmiendas del terreno, sistemas de riego muy complicados, abonados o tratamientos de mantenimiento especiales.

Desde el estudio de paisajismo de F ernando Pozuelo Landscaping Collection explican las principales claves de esta nueva tendencia en jardinería y paisajismo.

Restauración ecológica del entorno. La apuesta por la implantación de estos jardines supone un gran número de beneficios para la naturaleza, ya que al incluir especies autóctonas, que forman parte del entorno, hace que se potencie el ecosistema local compuesto por diversas especies. Además, esto también tiene un efecto directo en la fauna, como lo son los insectos o las abejas, consiguiendo una recuperación del ecosistema total. Asimismo, estas plantas precisan de un periodo de adaptación al terreno mucho menor , ya que no tienen que hacer frente a un clima o suelo radicalmente diferente al suyo natural. Esto también provoca que los aportes hídricos adicionales a la pluviometría local sean menores, apostando por un riego por implantación. Conseguiremos unas especies con una gran capacidad de resiliencia.

Un lugar de cultivo. La idea de los jardines de kilómetro cero es más amplia de lo que pueda parecer y nos acerca a otra de las grandes tendencias actuales en jardinería, como son los cultivos de recolección locales . Se trata de jardines en los que vamos a poder r ecolectar y cultivar productos de la zona para nuestro propio autoconsumo y aprovechamiento en nuestra cocina. Esto supone ir un paso más allá de la apuesta por los productos de proximidad. Además, es algo que se ha incorporado en muchos restaurantes, que apuestan por el autocultivo y sus platos están compuestos por los alimentos que se cosechan por ellos mismos.

Adaptación de las especies según nuestra localización. Al ser su principal característica el apostar por la inclusión de especies locales, esto provoca que dependiendo de nuestra ubicación, nuestro jardín tendrá que adaptarse e incluir determinada vegetación. En España, la mayor parte del territorio está dentro de lo que se considera el clima mediterráneo. En el clima mediterráneo suave y seco, las plantas y árboles más características que se pueden encontrar e incorporar a estos jardines son el Pinus pinaster , la Euphorbia characias , cítricos o jazmines. En el clima mediterráneo continental, donde se producen grandes variaciones térmicas, se suele hacer uso del Cistus , algunas variedades de Abies y Pinus , y plantas aromáticas (romero, lavanda...). Por último, en el clima subtropical canario sobresalen el Agave angustifolia, Phoenix canariensis, Araucaria araucana , entre otros.

Fernando Pozuelo, director del estudio de paisajismo, destaca que «en este tipo de jardines podemos observar una vuelta a la sencillez, al no artificio, es decir, una vuelta a la naturaleza en su máxima expresión. Son espacios que de alguna manera nos incitan, además, al contacto con la gente, a esos lazos más cercanos, con los que podremos disfrutar en este espacio».