Peugeot 402 Andreau, el hijo del viento

En 1936, el prestigioso experto en aerodinámica Jean Andreau es encargado por la firma del león para desarrollar un modelo muy especial

En la parte posterior destacaba la enorme deriva, inspirada en los aviones

Santiago de Garnica Cortezo

Corre el año 1935. Peugeot lanza su modelo 402. Sucesor de los 401 y 601, es una elegante berlina que se plantea al tiempo como uno de los primeros automóviles de serie en que la aerodinámica toma una importancia prioritaria. Es un coche de 4,85 metros de largo, provisto de un motor de cuatro cilindros y 1.9 litros, que le proporciona una potencia de 55 CV. Se ofrece en tres variantes de carrocería (berlina, coupé y cabriolet) y también en versión larga, de 5 metros. Un año después de su presentación, aparece el 302, más corto y menos potente (4,50 m y 43 CV), y el 202 (4,11 m y 30 CV). En total Peugeot fabrica 78.000 unidades del 402 entre su lanzamiento y 1940, en que se corta la producción a causa de la invasión alemana. Tras la guerra, en 1945, la situación económica hace que Peugeot reanude solo la producción del 202, el más económico de la saga.

Un ingeniero brillante

Jean Andreau (1890-1953)

Pero volvamos a 1935. En esta época, en Francia destacan los trabajos del ingeniero Jean Andreau, un prestigioso experto en aerodinámica. Se había graduado en la escuela militar de Saint-Cyr, y tras ser gravemente herido en 1914, fue declarado no apto para el servicio armado, ingresando en el servicio técnico del ejército, donde destacaría en el diseño de perfilados proyectiles de artillería y también para la aviación.

Finalizada la I Guerra Mundial, inicia sus trabajos en el campo del automóvil, desde las suspensiones a motores. desarrollando diversas soluciones técnicas cuyo objetivo era hacer más accesible al que consideraba un medio para tener más libertad y que, por tanto, debería estar al alcance del mayor número de personas posibles. En este sentido, y tras la segunda conflagración mundial, llegará a concebir el Mathis 333, del año 1946, un pequeño y aerodinámico coche de tres ruedas, con un peso en vacío de 380 kilos, construido con materiales y procedimientos clásicos, que permitía transportar tres personas (265 kilos de carga útil), a 100 km/h, con un consumo de 3 litros de gasolina a los 100 kilómetros.

Se fabricaron seis unidads de las que tan solo se conserva una

Un contrato muy especial

Andreau, como reconocido experto en aerodinámica, realizó numerosos trabajos en el campo del automóvil, como la carrocería del Hispano Suiza H6C Xenia o el carenado del Thunderbolt del Capitán George Eyston, que alcanzó 594,97 km/h en 1939.

Hemos destacado, al principio, las líneas aerodinámicas del Peugeot 402. Pero la marca quiere ir más lejos y le encarga un estudio a Jean Andreau sobre la base de su berlina. El ingeniero concibe una nueva carrocería, pero sin los límites en cuanto a costes que le pueda marcar un modelo de producción en serie. Eso sí, ha firmado un contrato con la marca de Sochaux por el que su remuneración se fija en función de los kilómetros por hora ganados en relación al 402 de serie.

Las aletas se alargan y perfilan. Delante, el parabrisas adopta formas redondeadas, y sus montantes son más finos. En la parte posterior aparece un alerón en forma de deriva, inspirado en los aviones.

Se anuncia que, además de un ahorro en carburante del 30%, este 402 tiene una velocidad máxima superior en 20 km/h al modelo de serie. En realidad, con 127 km/h se han ganado tan solo 7 km/h: el coeficiente de penetración (Cx) es de 0,37 frente a los 0,28 esperados. Claro que la cifra no era, aun así, nada mala pues el modelo de serie tenía un Cx de 68. Y no beneficia mucho el que la nueva carrocería, realizada por la firma Labourdette, es bastante más pesada que la original.

En cualquier caso el estilo del 402 Andreau es todo un reclamo comercial. El coche se expone en el Salón de París de 1936, donde se convierte en una verdadera estrella que atrae a gran cantidad de público al estand de Peugeot.

La presentación fue en el salón de París de 1936

Seis unidades

Si bien se habla del 402 Andreau, como si fuera un modelo único, en realidad se elaboraron seis carrocerías. Pero no eran todas iguales, tenían ligeras diferencias unas de otras. Una de ellas (la única que se conserva en la actualidad), ofrecía una superficie de cristal panorámica. Otras contaban con montantes de parabrisas más gruesos, como los del modelo de serie. El primero de los seis prototipos, era claramente diferente al resto, incluso por su denominación: 802. Identificable exteriormente por un parabrisas en cuatro piezas, bajo el capó escondía un motor V8 (de ahí su nombre), de 3,2 litros de cilindrada y 80 CV de potencia.

Este motor será montado en otros ocho 402 de serie (aunque de mayor tamaño que el original), que nunca se pondrán a la venta ya que el estudio de esta versión se verá cortado por el estallido de la II Guerra Mundial.

En cuanto a los seis Andreau construidos, se sabe que tres (entre ellos el famoso 802), fueron vendidos por Peugeot, probablemente en 1939, a colaboradores de la marca.

Tan solo ha sobrevivido un 402 Andreau que está en el museo de l'Aventure Peugeot, en Sochaux. Esta unidad la adquirió en 1967 un conocido coleccionista llamado Hubert Auran, que encontró el coche en un pequeño anuncio, por 12.000 francos, el precio de un 404 nuevo de la época.

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