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En España harían falta 300.000 coches eléctricos y 11.000 electrolineras para frenar cambio climático

Durante el mes de febrero se registraron 380 matriculaciones, con un incremento del 49,6% frente a ese mismo mes del año 2016

MADRID Actualizado: Guardar
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Los vehículos híbridos y eléctricos se están popularizando, de forma importante en porcentaje, pero de manera muy lenta todavía en cuanto a cifras globales. Según los datos de la patronal Anfac, las matriculaciones de vehículos híbridos en el mes de febrero de 2017 han alcanzado las 3.947 unidades, lo que ha supuesto un 89,4% de incremento respecto al mismo periodo del pasado año. En el conjunto de los dos primeros meses del año, los vehículos híbridos registraron un volumen total de 8.223 matriculaciones, con un incremento del 95,3% con respecto al mismo periodo del año anterior.

En cuanto a los vehículos eléctricos (turismos, cuadriciclos, vehículos comerciales e industriales y autobuses), registraron 380 matriculaciones en febrero, con un incremento del 49,6% frente a ese mismo mes del año 2016.

En el primer bimestre del año esta tecnología registró un total de 651 unidades, lo que supuso un crecimiento del 31,3% comparado con el mismo periodo del año 2016.

España necesitaría unos 300.000 coches eléctricos y 11.000 electrolineras o puntos de recarga en 2020 para poder cumplir con los requisitos de descarbonización exigidos por la UE a mediados de siglo, según el informe «Un modelo de transporte descarbonizado para España en 2050» presentado este martes en Madrid.

Este trabajo, elaborado por la consultoría Monitor Deloitte, insiste en que la mejora del transporte de pasajeros por carretera, incluyendo la potenciación de vehículos menos contaminantes, es «clave» para lograr los objetivos europeos puesto que en España sólo circulaban 6.500 coches eléctricos en 2015.

Esta cifra equivale a una cuota de mercado de ventas del 0,2 %, «muy por debajo» de otros países europeos como Noruega (23 %) u Holanda (10 %).

El socio responsable de Energía y Recursos Naturales de Monitor Deloitte y autor del estudio, Alberto Amores, ha explicado que la prioridad es clara desde el momento en que el transporte «es el que genera más emisiones y el que marcha más retrasado en cuanto a políticas de descarbonización».

A día de hoy, el sector es responsable del 24 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en España -unas 80 millones de toneladas-, un porcentaje del cual la mayor parte, el 66 %, se corresponde con el traslado de pasajeros por carretera, mientras que el 28 % es de mercancías.

«Si España quiere llegar a los objetivos de la UE, debe reducir entre un 80 y un 90 % sus emisiones respecto a las de 1990», ha advertido Amores, para quien la normativa actual «no garantiza que eso pueda suceder a no ser que el sector asuma metas más ambiciosas».

Para conseguirlo, cree que sería necesario destinar una inversión de entre 6.000 y 11.000 millones de euros de aquí al 2030, con partidas anuales en torno a los 650 millones.

Este dinero permitiría avanzar hacia la electrificación del transporte, «la única forma de llegar al objetivo de reducción de emisiones», de manera que en 2025 hubiera entre 1,5 y 2 millones de vehículos eléctricos en España, con la intención de alcanzar los 6 millones en 2030 y que, a partir de 2040, no se vendiese ningún vehículo con motor de combustión interna.

Igualmente sería preciso potenciar el ferrocarril eléctrico, que en 2030 debería poder transportar el 20 % de las mercancías que se mueven en España, lo que requeriría una inversión adicional media de 900 millones de euros anuales hasta la misma fecha.

El dinero preciso para esta revolución del transporte se usaría en tres tipos de incentivos básicos, de acuerdo con el informe: a la compra del coche eléctrico -entre 2.000 y 6.000 millones de euros-, a la infraestructura de recarga -entre 3.000 y 5.000 millones de euros- y a la infraestructura para el desarrollo del ferrocarril de mercancías -entre 10.000 y 17.000 millones de euros-.

Sumando todas las cantidades, para conseguir una adecuada electrificación del transporte en España sería preciso invertir entre 15.000 y 28.000 millones de euros a partir de este mismo año.

El informe también evalúa, entre otros detalles, la red de electrolineras para proporcionar energía a este renovado parque móvil, que deberían situarse principalmente en centros de trabajo, garajes públicos, autopistas y centros comerciales.

La cantidad mínima de postes de recarga debería ser de 4.000 en 2020, 45.000 en 2025 y 80.000 en 2030; por comparación, en la actualidad sólo hay 1.700 en toda la geografía española.

Aunque el crecimiento de las matriculaciones de estos vehículos es cada vez mayor, su peso sobre el total del parque móvil circulante es todavía muy bajo. Desde Anfac reclaman iniciativas que estimulen el crecimiento de sus matriculaciones y logren una mayor importancia sobre el total del mercado.

En este sentido, los vehículos de energías alternativas son una parte muy importante en las ciudades, ya que ofrecen las cualidades necesarias para satisfacer una conducción segura, eficiente y con el máximo respeto al medio ambiente. Los fabricantes de vehículos son cada vez más conscientes de este fenómeno y por eso incorporan mayor cantidad de tecnologías enfocadas a la sostenibilidad.

España es el segundo fabricante europeo de vehículos y el octavo mundial. Y, además de los que incorporan únicamente motor térmico, también construye eléctricos e híbridos. Así, en los últimos años España ha producido casi 44.000 vehículos con tecnología híbrida o eléctrica, mostrando la capacidad de la industria española para estar en la vanguardia de la movilidad.

De las plantas españolas salen desde turismos a vehículos comerciales dotados de estas tecnologías.

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