Haz así en caso de accidente

Mantener la calma, señalizar la zona, asistir a los posibles heridos… Aunque son conceptos que tenemos en mente, casi todos nos quedamos en estado de shock cuando presenciamos un accidente. Es normal, pero muy peligroso.

Por ello, debemos desbloquearnos por todos los medios. En este sentido, hay recomendaciones a seguir e interiorizar, como las que señala el comparador de talleres online Tallerator.

Un siniestro supone, como poco, un momento de angustia, de incertidumbre y hasta de caos. Nos puede llegar a desbordar para reaccionar. Pero es algo que, hasta por ley, hay que saber hacer.

En primer lugar, hay que mantner la calma. Fácil de aconsejar pero… ¿difícil de mantener? Debemos olvidar los nervios, cualquier tipo de miedo, para mantener, siempre, la sangre fría.

Hay personas más o menos sensibles, pero o actuamos con calma o el desastre puede ser mayor e incluso sancionable en nuestra contrra.

- En los primeros momentos, cuando las autoridades aún no han llegado, debemos parar a más de 100 metros del lugar del siniestro, fuera de la calzada si es posible, dejando encendidas las luces warning (o de emergencia) del coche, o bien el alumbrado de posición para ser bien vistos a distancia.

- Antes de bajar del coche: hay que ponerse el chaleco reflectante (a cualquier hora del día o la noche), y colocar los triángulos de emergencia para señalizar cuanto antes la incidencia en la carretera. Deben quedar a unos 50 metros del siniestro, como mínimo, para que sean visibles a 100 metros por los coches que se aproximen. Si es un cambio de rasante, los triángulos irán a 100 metros de distancia. En autovía, uno detrás de otro separados entre sí 50 metros; en vías de un solo sentido por carril, uno detrás del coche a 50 metros y otro delante, a la misma distancia.

- Sangre fría y control: para realizar las acciones descritas, pues existe un riesgo claro de que los coches que vayan pasando sin aminorar la velocidad por desconocer lo sucedido. Muchos atropellos suceden en momentos así; si conocemos los riesgos, actuaremos con mayor responsabilidad y atención.

- Pedir ayuda llamando a las emergencias: ya sea usando postes de carretera al efecto o por el móvil al teléfono 112, (o bien a los números de la Policía Nacional 091, de la Policía Local 092 y de la Guardia Civil 062). Nos preguntarán por el lugar en el que ha tenido lugar el percance y debemos ser claros a la hora de informar.

- Desconocemos la gravedad de los heridos: procuraremos no moverles para no agravar cualquier lesión. Recuerde: si no sabemos de atención sanitaria, mejor no jugar con la salud de otros. Esperaremos a que lleguen las emergencias para que sean ellos quienes analicen la situación. Eso sí, apagaremos con la llave de contacto los motores de los coches implicados. Si observamos una fuga del combustible, podemos intentar detenerla echando sobre ella arena.

- Hay casos en los que nos veremos obligados a actuar para intentar sacar a los ocupantes del vehículo accidentado: cuando existan otros contratiempos, como riesgo de incendio del coche o que éste se vaya sumergiendo en el agua. Ante uno de estos panoramas críticos, tendremos muchísimo cuidado para no dañar la columna vertebral de los heridos. Será de gran ayuda despejar el camino de objetos molestos o dañinos y nada de movimientos bruscos.

- Si el accidentado es motorista: nunca intentaremos quitarle el casco.

- Tanto si nos hemos visto obligados a sacarles del vehículo, como si deben permanecer en él por no haber riesgos añadidos: evitaremos que los heridos pierdan la consciencia y los nervios. Debamos mostrarnos como personas responsables y tranquilizarles con hablando con serenidad, haciéndoles preguntas que les obliguen a que sigan interactuando. Si disponemos de una manta o similar para arroparles, les taparemos para que conserven su temperatura corporal.

- Nunca les daremos bebida, comida o medicamentos.

- Una vez lleguen al lugar las emergencias, nos identificarnos debidamente y les informaremos de todo lo acontecido y que hayamos visto, del número y situación de las personas implicadas…

- Nunca interrumpiremos el trabajo de los profesionales sanitarios y de las fuerzas y cuerpos de seguridad: en todo momento, acataremos lo que nos digan y manden, olvidándonos de interferir o estorbar sus maniobras para intentar contemplar su labor o auxiliar.

- Recuerde: en caso de presenciar un siniestro el Código Penal obliga a prestar auxilio y penaliza a aquellos que no lo hagan.