Hiriko, la «ilusión irrealizable» del coche eléctrico vasco
Los responsables del proyecto despilfarraron en él millones de dinero público
En el año 2013 se consumó el fracaso de Hiriko, el coche eléctrico con sello vasco destinado a convertirse en un ejemplo de sostenibilidad vial . Para entonces, Afypaida, la compañía que impulsó el proyecto, había dilapidado cerca de 19 millones de euros de ayudas públicas. Ayer, el juzgado de lo Mercantil número 1 culpó de la quiebra de la firma al exconcejal del PNV Íñigo Antía , así como a los empresarios Jesús Echave, Fernando Achaerandio y José Luis Bengoechea . Todos ellos quedarán incapacitados para la administración de bienes ajenos durante un período de dos años. Además, deberán indemnizar con 535.000 euros a la masa del concurso.
El juicio del llamado «caso Hiriko» se inició el pasado 4 de septiembre. En el banquillo se sentaron los cuatro administradores de Afypaida, compañía que malgastó casi 19 millones de euros de ayudas públicas en el fallido proyecto del coche eléctrico. La mayor parte de la inversión procedió del Gobierno, entonces presidido por el socialista José Luis Rodríguez Zapatero , quien, asfixiado por la crisis económica, trató de aferrar a la desesperada el apoyo del PNV .
En su sentencia, la sala destaca que no hubo engaño, ocultación o simulación por parte de los responsables de Afypaida, a quienes define como empresarios «sin experiencia en el sector de la automoción» que recibieron «ingentes» cantidades de dinero para llevar a cabo una «ilusión irrealizable». Sin embargo, subraya que la compra en 2012 de un prototipo de un coche de carreras a la empresa Circuito del Norte , operación que costó 535.000 euros, fue una decisión «gravemente imprudente» que se tomó cuando la asociación ya estaba «agotada desde un punto de vista financiero».
A su vez, el tribunal recuerda que, a pesar de que entre abril de 2013 y febrero de 2015 la empresa paralizó su actividad «por ausencia de recursos», los responsables tardaron 15 meses en presentar el concurso de acreedores . A pesar de todo, reconoce que dicha demora no agravó la insolvencia de Afypaida ni perjudicó más a sus deudores.
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