Fesvial alerta sobre el estancamiento en el descenso de fallecidos en carretera.
Fesvial alerta sobre el estancamiento en el descenso de fallecidos en carretera.

Preocupación por el estancamiento en el descenso de víctimas en carretera

La Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial) ha expresado su inquietud porque sólo haya habido una reducción del 0,2% de muertos en las vías interurbanas respecto a 2013, lo que en la práctica significa un estancamiento en el descenso de víctimas mortales

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Desde que en 2001 la Unión Europea fijara el objetivo de conseguir que en 10 años se redujeran el 50% de las víctimas mortales de tráfico, en España se ha ido consolidando una tendencia descendente en el número de muertos, muy por encima de la mayoría de los países de la Unión Europea.

En buena medida, ello se ha debido a la introducción de medidas eficaces como la elaboración de planes estratégicos, la mejora en los sistemas de control de los infractores, la introducción del permiso por puntos, la creación de la Fiscalía de seguridad vial, la reforma del Código Penal... Pero también por el cambio de mentalidad en conductores y sociedad, que ha derivado en conductas más seguras y prudentes al volante.

Sin embargo, la tendencia a la baja del número de muertos se ha estancado en 2014, en el que según datos provisionales de la DGT solo ha habido tres muertos menos en vías interurbanas, a la espera de los datos definitivos de fallecidos a treinta días y conocer lo que sucedido en zonas urbanas.

Para el presidente de Fesvial, Luis Montoro, «esto indica que en el futuro las actuaciones aplicadas deben replantearse y evolucionar. Es imprescindible investigar, reflexionar y aplicar nuevas políticas y estrategias que permitan seguir logrando los máximos niveles de seguridad en ciudades y carreteras españolas».

En particular, y de cara al futuro, Fesvial apunta a:

- La reducción de inversión y presupuestos en la seguridad de las infraestructuras. La actual situación económica ha provocado que se reduzca de manera drástica y peligrosa el presupuesto para el mantenimiento de la red viaria y la mejora de la seguridad vial en las infraestructuras, que actualmente está en niveles similares a los de finales de los años ochenta. España cuenta con una importante red viaria.

- Exceso de confianza en las Administraciones. La fuerte tendencia descendente de la accidentalidad de los últimos años unida a la crisis económica ha derivado en que las Administraciones Públicas encargadas de la seguridad vial se hayan relajado y hayan invertido menos en los últimos tiempos en materia de seguridad. Un grave error que provoca el aumento de los niveles de siniestralidad.

- Mayor circulación por vías convencionales. La crisis ha afectado de manera importante a la economía de los conductores, lo que entre otros ha supuesto un uso menor de las autopistas y mayor desplazamiento de tráfico hacia carreteras convencionales, en general en peor estado de mantenimiento. Esto ha provocado que se eleven los accidentes en las vías secundarias, bastante menos seguras que las autopistas.

- Falta de educación y formación en seguridad vial. Hay que aplicar estrategias de educación y formación en seguridad vial de forma continua, tanto en los colegios como para conductores. El reciclaje formativo de estos en conceptos tan importantes como el significado de las señales y la normativa, y conocer los principales factores que provocan los accidentes en la conducción son fundamentales para evitar riesgos innecesarios, aumentar la cultura de la seguridad vial y reducir la siniestralidad.

- Envejecimiento del parque de vehículos y falta de mantenimiento: El parque automovilístico en España está envejeciendo de manera alarmante, hasta el punto de que el 50% de los vehículos tiene más de 11 años. Este hecho es especialmente preocupante, pues existe una relación directa entre antigüedad del vehículo y resultado del accidente. A ello se añade en los últimos años un bajo nivel de mantenimiento mecánico y revisiones de los vehículos, lo que aumenta los accidentes por fallos mecánicos.

- Cambios en la movilidad. La movilidad de las personas, sus características y los sistemas utilizados son muy sensibles a las circunstancias sociales, como la crisis. Las administraciones deben profundizar en ello, para conocer posibles riesgos derivados de cambios en los estilos de movilidad y, a partir de ello, desarrollar mejores estrategias preventivas.

Fesvial recuerda que las tendencias positivas en el descenso de fallecidos en carretera cambian con facilidad, en buena medida porque individuos y sociedades conducen como viven. «El tráfico es uno de los fenómenos sociales más vivos y cambiantes -señala la fundación-, en el que los riesgos están muy sujetos a elementos del entorno, como el uso masivo de móviles y de aplicaciones como el Whatsapp (se pueden consolidar como la primera causa de muerte de conductores y peatones), la crisis, las nuevas drogas, el mayor consumo de psicótropos, la tensión social, la mayor esperanza de vida que hace que conduzcan más personas mayores... Aunque éstos son fenómenos aparentemente ajenos al tráfico, se introducen en él y han tenido y tendrán un impacto brutal en el estilo de conducción y en la siniestralidad».

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