Mario Moreno «Cantinflas», en una secuencia de la película, toreando en la Plaza Mayor de Chinchón
Mario Moreno «Cantinflas», en una secuencia de la película, toreando en la Plaza Mayor de Chinchón
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Cuando Cantinflas invitó a una capea a los vecinos de Chinchón

El municipio aparece en la película La vuelta al mundo en 80 días, en la que participó el popular actor mexicano

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La relación de Madrid con el cine es casi tan antigua como años suma el Séptimo Arte. Su área metropolitana, quizá, un poco menos, pero igualmente evidente. Conocido es el rodaje de Doctor Zhivago en la estación de Delicias, pero quizá no tanto la aparición de Chinchón en La vuelta al mundo en 80 días, ganadora de cinco Óscars en 1956 y dirigida por Michael Anderson. De la grabación de esta película, precisamente, surge una curiosa anécdota entre los vecinos del municipio y el equipo productor, donde se encontraba el actor mexicano Mario Moreno «Cantinflas». Él y el torero Luis Miguel Dominguín fueron los rostros visibles de la capea a la que los vecinos de la localidad fueron invitados.

En la representación cinematográfica de la célebre obra de Julio Verne, «Cantinflas» encarna al mayordomo de Willy Foog, interpretado en su caso por David Niven. Chinchón, por su parte, es el lugar elegido para una de las paradas alrededor del globo, con la intención de convertirlo en México. Su célebre Plaza Mayor mutó para el caso en un coso taurino. En este punto destaca la aparición del torero Luis Miguel Dominguín, que actuó como matador.

Michael Anderson engalanó los históricos balcones de la plaza con todo tipo de abalorios y mantones, y quiso que estuviera abarrotado. Para ello, pretendió que todo el municipio figurara como extra, con cerca de 6.500 participantes. No contento con esta cifra, invitó a otros 3.500 vecinos de las localidades anexas. Lo que no sabía Anderson es que estos actores improvisados iban a agilizar el rodaje y el presupuesto de la película. El contexto, un proyecto megalómano que estuvo a punto estuvo de no ver la luz por el elevado coste.

Así, por el excelente comportamiento de los vecinos, que permitieron acortar los plazos con la consiguiente reducción del gasto, el equipo de producción quiso agradecérselo. Tanto que organizaron una capea gratuita en la que Luis Miguel Dominguín toreó un novillo y «Cantinflas» se convirtió en una suerte de subalterno para disfrute de los vecinos de Chinchón.

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