Antonio Miguel Carmona en rueda de prensa en la Plaza de la Villa
Antonio Miguel Carmona en rueda de prensa en la Plaza de la Villa - maya balanyá

El «Carmonazo» no afectará a la disciplina de voto del PSOE-M

El sector crítico dice que el relevo del exportavoz no creará inestabilidad en el Ayuntamiento. Los demás partidos vaticinan una legislatura complicada

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La crisis abierta en el seno de los socialistas madrileños no afectará al grupo municipal en el Ayuntamiento de Madrid. Estos votarán todas las propuestas en bloque, siguiendo las directrices que establezca la dirección del PSOE-M, «tal y como han venido haciendo siempre».

«Lo contrario es imposible; un disparate, una broma», aseguraron. «Jamás va a ocurrir algo así». Así lo afirmaron ayer a ABC fuentes del sector crítico, quienes negaron de forma tajante que la división interna creada por la destitución de Antonio Miguel Carmona como portavoz del grupo socialista y el nombramiento de Purificación Causapié como su relevo, vaya a afectar al funcionamiento interno del grupo. Ni tampoco la impugnación del Congreso regional extraordinario realizado por los afines a Carmona, a la que se sumó este último.

«Somos un bloque más compacto que Ciudadanos o Ahora Madrid en cuanto al voto», aseguraron.

Como es sabido, el PSOE-M es el principal apoyo del Ejecutivo local que preside Manuela Carmena de Ahora Madrid en Cibeles, que necesita su respaldo para que las propuestas de gobierno de mayor calado salgan adelante. Cualquier escisión en sus filas daría al traste con las mismas, así como la mera ausencia de un concejal en una votación trascendental o el hecho de abstenerse. En este sentido, cabe recordar que Ahora Madrid tiene 20 concejales, 21 el PP, 9 el PSOE-M y 7 Ciudadanos (C’s).

«La misma estrategia»

Mientras desde las filas de las otras dos formaciones de la oposición -PP y Ciudadanos-, temen que la brecha en el PSOE-M provoque una mayor inestabilidad en el Ayuntamiento que haga difícil –«si no imposible»– la gobernabilidad, el sector crítico de los socialistas lo niega. «Mantendremos la misma estrategia y daremos nuestro beneplácito a todas las iniciativas de la alcaldesa y de su equipo de gobierno que se ajusten a nuestro programa electoral o compartamos y rechazaremos las demás», recalcaron. «Mantendremos un apoyo vigilante y no habrá ninguna escisión en el seno del grupo municipal», concluyeron.

Desde Ahora Madrid siguen sin valorar el nuevo escenario municipal, sin embargo, al PP y a Ciudadanos les cuesta trabajo creer el panorama idílico descrito por el sector crítico, así como que las relaciones y las decisiones en el seno del grupo municipal socialista sean una balsa de aceite. Por contra, temen que acaben saltando chispas entre sus concejales y que la grieta abierta, que parece ahondarse a medida que pasan los días, acabe repercutiendo y acarree consecuencias para los madrileños, según las fuentes consultadas.

«Cuando en un partido hay un brazo derecho y un brazo izquierdo que piensan de forma distinta se produce un conflicto de lealtades. El PSOE-M ha traicionado la democracia interna y la externa, la de los ciudadanos que votaron a Carmona», explicó a ABC Begoña Villacís, la portavoz de C’s. «Si el conflicto de lealtades que padecen afecta al partido, cómo no va a afectar a la estabilidad del gobierno. A Madrid le espera una legislatura complicada; nosotros no esperábamos una división dentro de la división de los socialistas», precisó.

Al tiempo que mostró su preocupación, se preguntó qué sucederá ahora con los apoyos del PSOE-M a Ahora Madrid con la llegada de Causapié. Con todo, precisó que «si se lanzan propuestas de gobierno razonables podrán ser apoyadas por los partidos, así el ayuntamiento seguirá adelante; de lo contrario será muy difícil la estabilidad. Veremos a ver qué sucede cuando se voten los presupuestos», concluyó.

Curso decisivo

El inicio del curso político llegará cargado de medidas de gran calado en la que se vislumbrará si hay cohesión interna en el grupo socialista y/o una radicalización de sus posiciones. Una de ellas será la aprobación de las ordenanzas municipales, que incluyen impuestos, tasas y precios públicos que afectan a los ciudadanos. Después, llegará el turno de los presupuestos, los primeros de la era Carmena que, de no salir adelante, mantendrían en vigor los de Ana Botella. Además, no hay que olvidar los grandes proyectos urbanísticos heredados del equipo de Ana Botella, como la Operación Chamartín, Campamento, la reforma de la Plaza de España y la transformación del edificio del mismo nombre en un centro comercial, según el proyecto del grupo chino Wanda. A eso se une la entrega de edificios públicos vacíos a «okupas», un extremo que suscita diferencias en el PSOE-M .

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