Carmena, durante su intevención en el Vaticano
Carmena, durante su intevención en el Vaticano - efe

La prostitución, objetivo de Carmena

La alcaldesa quiere erradicarla en determinadas zonas de Madrid. Plantea la protección de las prostitutas con información

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Con su discurso improvisado, como suele intervenir la alcaldesa en todos sus actos, Manuela Carmena habló sobre la corrupción y la trata de seres humanos ayer en el Vaticano. Alto y claro: «¿Por qué uno se va de putas?. La regidora madrileña invitó a esta reflexión a los presentes –unas 70 personalidades entre alcaldes de grandes ciudades (65) y representantes de Naciones Unidas– en el congreso «Cambio climático y nuevas formas de esclavitud moderna», un evento organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales y Naciones Unidas en la Casina Pio IV.

La regidora, en sus diez minutos de intervención, consideró que hay que afrontar los delitos no de forma represiva, sino estudiar las causas que llevan a la gente a cometer esos delitos.

En el caso de la prostitución, qué lleva a alguien a pagar por algo que genera dolor en otros y cómo se oculta en determinados casos por la corrupción. La alcaldesa ya ha anunciado que pretende acabar con la prostitución en determinadas zonas de Madrid como el polígono de Marconi (Villaverde). ¿Cómo? Con información y protección a las profesionales del sexo. Pero está en vías de estudio.

Al término de la jornada en el Vaticano, todos los alcaldes firmaron una declaración conjunta donde se comprometieron a luchar contra el cambio climático que pone en peligro al Planeta y la esclavitud moderna.

Carmena y su importación

Mientras se desarrollaba el encuentro, Carmena aprovechó para entablar contacto con su alcalde de referencia, el de Nueva York, Bill de Blasio, y tomar nota de las políticas de la regidora parisina, Ana Hidalgo, a quien le pidió un balance sobre los presupuestos participativos que lleva desarrollando desde hace un año en la capital francesa, algo que quiere implantar en Madrid. También le preguntó a la política gala por el problema de la vivienda, especialmente la social. Con Ignazio Marino, alcalde de Roma, trató el asunto de la limpieza y le pidió consejo sobre su gestión, ya que en la capital italiana también está privatizado el servicio. Con su homólogo en Sao Paulo, Fernando Haddad, habló de la educación, ya que la ciudad brasileña tiene más competencias sobre esta materia.

Con todos estos representantes políticos, a los que considera adalides de la nueva política, Carmena lanzó la caña sobre la posibilidad de que incrementen la inversión en la ciudad. El Ayuntamiento estudiará la posibilidad de enviar equipos a sus ciudades para estudiar sus gestiones.

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