La dimisión del delegado del Gobierno, aún insuficiente para que C's apoye PP

La dimisión anoche del delegado del Gobierno en Murcia, Joaquín Bascuñana, imputado en un presunto caso de corrupción, no ha modificado hasta el momento el voto contrario de Ciudadanos a la investidura del candidato del PP a la presidencia del Gobierno murciano, Pedro Antonio Sánchez.

El diputado electo de C's y portavoz del proceso de negociación para la constitución de la Asamblea Regional de Murcia el próximo 15 de junio, Juanjo Molina, ha reconocido hoy a Efe que la dimisión de Bascuñana es una "buena noticia", aunque a día de hoy el voto de su partido al candidato del PP sigue siendo un "no".

De hecho, las negociaciones entre ambos partidos están paralizadas desde el lunes, cuando Ciudadanos se levantó de la negociación al comprobar que el PP había incumplido su primera exigencia: la firma del documento para la "regeneración democrática" que aboga por la celebración de primarias y la limitación de mandatos, entre otros puntos, y exige la dimisión de cargos públicos y orgánicos imputados en causas de corrupción.

El PP, a través de Bascuñana, dio anoche un paso importante para el acercamiento a Ciudadanos y en las próximas horas podría protagonizar un nuevo avance si se confirma lo dicho hoy por el alcalde en funciones de la capital y secretario general del PP en esta región, Miguel Ángel Cámara, de que no será un obstáculo para su partido.

Por eso, la atención de partidos políticos y medios de comunicación está hoy puesta en Miguel Ángel Cámara, imputado en el llamado caso Umbra de corrupción en la expansión de la zona norte de la ciudad, y en su homóloga de Fuente Álamo, María Antonia Conesa, inmersa también en procesos judiciales.

El candidato del PP a la presidencia murciana, Pedro Antonio Sánchez, ha acusado hoy a Ciudadanos de tener distintas varas de medir en sus exigencias en las negociaciones, algo que desde el partido que lidera Albert Rivera se niega diciendo que "no es comparable la situación de Griñán o Chaves con lo que pasa en Murcia".

La única exigencia de Ciudadanos, insisten, está en el documento sometido a validación por el PP.

Los candidatos de los dos grandes partidos (PP y PSOE) celebraron hoy su primer encuentro postelectoral a iniciativa de los "populares", tras el que el socialista Rafael González Tovar ha dicho a los periodistas que la corrupción "es un problema de raíz" en el PP, y que tras la dimisión del delegado del Gobierno deberían hacer lo mismo el expresidente autonómico Ramón Luis Valcárcel y el alcalde en funciones de Murcia.

Pedro Antonio Sánchez, por su parte, ha expresado su sospecha, tras escuchar al candidato socialista, de que en la próxima legislatura habrá mucha "confrontación política y mucho debate" en la Asamblea Regional de Murcia, pero "poca actividad" en la Región de Murcia.

Eso será así, según él, porque el PSOE "se ha echado en brazos de la estrategia de Podemos", un partido que "quiere cambiar todo, acabar con todo, y para el que nada funciona".

El candidato de Podemos, Oscar Urralburu, es mucho más próximo a los socialistas que a los populares, con quienes no se ha reunido hasta el momento tras el 24 de mayo.

En Murcia no hay nada cerrado y los candidatos siguen pendientes del teléfono y de próximas reuniones decisivas, en las que los partidos con menor representación tienen la sartén por el mango hasta el último minuto.

El próximo lunes se constituirá la Asamblea Regional para la novena legislatura, en la que el PP será el grupo mayoritario con 22 de los 45 escaños del parlamento, a uno de la mayoría absoluta.

El PSOE tendrá 13 diputados, Podemos 6 y Ciudadanos 4 y, entre los tres, podrían desbancar al PP de un Gobierno, el de Murcia, que han ostentado durante cinco mandatos consecutivos con amplias mayorías absolutas.