Estado actual de uno de los lienzos que se va a restaurar
Estado actual de uno de los lienzos que se va a restaurar - fadeta

Comienza la restauración de dos lienzos del castillo de Piedra Bermeja

El Ayuntamiento de Brihuega, con el apoyo de Fadeta, se ha propuesto la conservación óptima del monumento datado del siglo XII

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El Ayuntamiento de Brihuega, con la colaboración de Federación de Asociaciones para el Desarrollo Territorial del Tajo- Tajuña (Fadeta), va a emprender obras de restauración en los lienzos noreste y sureste del castillo de Piedra Bermeja, datado en el siglo XII y localizado en el extremo meridional del núcleo urbano. Sin embargo, las obras no quedarán ahí, ya que la pretensión del consistorio briocense es restaurar por completo el monumento. El proyecto en el que colaboran Ayuntamiento y grupo de desarrollo rural lo firma el prestigioso arquitecto Juan de Dios de la Hoz, de Lavila Arquitectos, empresa especializada en restauración del patrimonio.

Hace más de 40 años que no se intervenía en el edificio, de manera que «con las obras que se van a acometer, no sólo se quiere mantener, sino también reivindicar el edificio como uno de los castillos más importantes de la provincia de Guadalajara, según dejó constancia Layna Serrano en su obra “Castillos de Guadalajara”, para lo que contamos con el apoyo inestimable de Fadeta», ha asegurado Adela De La Torre, alcaldesa de Brihuega.

Las obras de los dos tramos, noreste y sureste, saldrán a concurso en próximas fechas. Para ello, Fadeta aportará 149.560 euros, correspondiendo el resto al Ayuntamiento. Los trabajos deberán finalizar antes de octubre de 2015. El gerente de Fadeta, Jesús Ortega, es un firme defensor del binomio compuesto por la defensa y rehabilitación del patrimonio y el desarrollo rural. «Apostar por la regeneración del pasado, además de ser una obligación presente, también equivale a oportunidades de negocio futuras», valora.

Nueve siglos de historia

El castillo, localizado en el interior de la Villa Amurallada de Brihuega declarada Conjunto Histórico-Artístico de Carácter Nacional en 1973, es conocido desde el siglo XVIII como de «La Piedra Bermeja», por asentarse sobre una roca de color más o menos rojizo. El que fuera a partir del siglo XII Palacio-Fortaleza de los Arzobispos toledanos, es hoy el cementerio de los brihuegos. Sobre su origen y denominación circulan bellas leyendas, que le confieren al lugar un halo mágico.

Sobre un primitivo fortín árabe, se añadieron estancias en el siglo XII, de estilo románico. Posteriormente, en el XIII, se construyó la capilla, de transición al gótico. El acceso se encuentra junto a la Iglesia de Santa María. El monumento presenta dos zonas diferenciadas: el núcleo del Castillo en la parte más alta, con los restos que aún perviven y que pertenecieron a la Capilla y a los salones más nobles del edificio; y el albacar inferior, de forma poligonal y con cubos semicirculares.

De todo el conjunto, destacan tanto la que fue capilla del castillo como el antiguo salón noble, del que persisten sus trazas y, en consecuencia, sus referencias históricas y constructivas para una futura recuperación.

No más desprendimientos

Las obras van a asegurar que no se produzcan más desprendimientos de material en ninguno de los lienzos, ni en sus rellenos, ni en construcciones de cualquier otro tipo o en las tierras contenidas. Asimismo, afianzarán las zonas altas y, sobre todo, la parte del cementerio que ocupa la coronación, asegurando su estabilidad y permitiendo la correcta evacuación de las aguas de lluvia.

La restauración limpiará la vegetación de manera previa a la reparación de los muros, eliminando los procesos de falta de evacuación pluvial, principales responsables del deterioro de la edificación. Comenzará por el desescombro de las zonas colapsadas y la consolidación de aquellas que permanecen en pie y continuará con la ejecución de los nuevos elementos capaces de conferirle seguridad frente a los agentes atmosféricos y frente al riesgo de caídas, sobre todo en sus coronaciones. Para ello se emprenderán labores empleando cal (hidráulica o aérea) y cantería o mampostería de piedra, a lo que se sumarán unas reducidas actuaciones más complejas para ejecutar el cosido de las grietas, los anclajes en profundidad y la estabilización de los taludes con inyecciones de mortero.

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