El abogado de la madre de Asunta, José Luis Gutiérrez Aranguren, a su entrada en los juzgados
El abogado de la madre de Asunta, José Luis Gutiérrez Aranguren, a su entrada en los juzgados - miguel muñiz

Insisten en que la camiseta de la niña no se contaminó de semen en el laboratorio

Los técnicos de la Guardia Civil niegan el error humano y dicen que recibieron la prenda con manchas previas

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Lejos de despejarse, los enigmas que rodean la muerte de la niña Asunta Basterra se multiplican a medida que el proceso por el crimen avanza. La jornada decimosexta del mediático juicio estuvo protagonizada ayer por los seis peritos biólogos que se encargaron de rastrear los restos de ADNque había en la ropa de la menor y en otros objetos clave para el caso, como los amasijos de papel o la mascarilla localizados en la finca de Teo. Los análisis realizados por la Guardia Civil concluyeron que, tanto en los dos manojos de pañuelos que había en la papelera de la que Rosario Porto trató de deshacerse como en la mascarilla que se encontró junto a ellos, habíaADN de la madre de Asunta.

En el caso de los amasijos de papel, además, este perfil genético estaba mezclado con el de la propia fallecida.

Al margen de estas confirmaciones, los peritos que ayer declararon en el marco del juicio por el enigmático crimen dedicaron buena parte de su intervención a rendir cuentas por las trazas de semen que se encontraron en la camiseta de Asunta Basterra. Un esperma cuyo perfil genético coincide con el de un hombre de nacionalidad colombiana que estaba siendo investigado en los mismos laboratorios por su presunta implicación en una denuncia por abuso sexual en Madrid. A la hora de tomar las muestras de la camiseta de la niña y del preservativo que contenía el semen de este sujeto (que fue imputado y más tarde desimputado en el caso Asunta), los técnicos utilizaron las mismas tijeras y las dos muestras se guardaron en la misma nevera.

Sin embargo, los declarantes negaron ayer taxativamente que la contaminación entre la ropa de la fallecida y el semen de Cerón Jaramillo pudiese haberse producido en el laboratorio y sostuvieron que las manchas de esperma de este varón «estaban en la camiseta antes de su llegada a nuestras instalaciones». A su favor aducen que entre el corte de la ropa de la niña y el corte del preservativo se recortaron otros materiales, de otros casos diferentes, y que en ninguno de ellos se pudieron localizar restos de este semen. «No hay evidencias ni pruebas objetivas de que la camiseta se manchase durante nuestros análisis», llegaron a afirmar amparándose en dos investigaciones internas que se abrieron por lo «sorpresivo e inesperado» de los resultados derivados del examen de la camiseta que Asunta Basterra llevaba puesta la noche de su muerte.

Los peritos insistieron, además, en que todo el instrumental que utilizan en sus actuaciones es «higienizado y esterilizado con lejía, alcohol, fuego y papel absorbente». Esta declaración fue aprovechada por el abogado de la madre de Asunta Basterra para denunciar que la desimputación del que llegó a ser tercer implicado en el crimen se realizó «de manera improcedente». «La declaración de los expertos de criminalística de la Guardia Civil ha sido abrumadora y tras ella no ha quedado duda para nadie sobre la inexistencia de la contaminación en el laboratorio», afirmó a su salida del juicio el penalista José Luis Gutiérrez Aranguren.

Una decisión «improcedente»

En opinión del defensor de Rosario Porto, el propietario del semen que se halló en la camiseta de la menor fue «exonerado demasiado pronto y de una forma improcedente en Derecho», por lo que pidió que responda por este asunto. Una solicitud que no tiene cabida a estas alturas del juicio, dado que Cerón Jaramillo ya declaró en calidad de testigo para explicar que el día que asesinaron a Asunta Basterra él estaba en un centro comercial de la capital comprándose su traje de novio, y que esa misma noche salió a cenar con unos amigos. Una fotografía subida a Facebook y los testimonios de sus acompañantes sirvieron como coartada para que el juez instructor apartase a este hombre de la investigación, por considerar que no guardaba relación alguna con el crimen de la niña.

Fin de las periciales

Con la duda sembrada, el juicio se retomará este lunes con las declaraciones de los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) que participaron en la investigación por el asesinato. El relevo en la tanda de interrogatorios se lo darán dos expertos de la Universidad de La Coruña y cuatro médicos forenses del Imelga, que ahondarán en la autopsia que se le realizó a la menor. Estas declaraciones pondrá el punto y final a la extensa ronda de interrogatorios y periciales que centraron el juicio. El siguiente paso en el proceso se dará, previsiblemente, durante la jornada del miércoles. Es la fecha en la que deberían empezar a presentarse las pruebas documentales sobre las que se sostiene en caso. Del tiempo que se dilate esta fase del juicio dependerá la data en la que las defensas y el Ministerio Fiscal presentarán sus alegatos finales. Tras ellos, los dos acusados tendrán la oportunidad de dirigirse a los nueve integrantes del jurado popular de los que dependerá el veredicto final.

Transcurridos quince días del arranque del juicio, sobre la mesa quedan todavía importantes cabos sueltos que atar, como la identidad de la persona que le suministró a Asunta los 27 orfidalesque ingirió tres horas antes de morir. En las próximas jornadas, los miembros del jurado también deberán valorar si hay pruebas suficientes para pensar que la mascarilla y los pañuelos que se hallaron junto a ella fueron el arma del crimen.

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