«Era habitual que retorciese el brazo de su novia hasta que la hacía llorar»

La Audiencia Provincial de Lugo juzgará este martes a un joven acusado de maltratar y vejar a su exnovia, que tras uno de sus presuntos ataques se lanzó de un coche en marcha para evitar que el acusado la llevase a un monte de una localidad próxima donde le dijo que «esa misma noche la iba a mandar con su prima», fallecida desde hacía años. Así lo recoge el escrito del Ministerio Fiscal al que ha tenido acceso ABC, que plantea una petición de pena de 15 años de prisión para el acusado, en la cárcel desde su detención en enero de 2014 por un delito de maltrato continuado en el ámbito familiar.

Durante los tres años que duró su noviazgo con la víctima, Daniel V.

P. «la insultaba con expresiones como zorra asquerosa, llegando a agredirla en varias ocasiones». Entre los supuestos malos tratos a los que el hombre sometía a su expareja se cuentan habituales humillaciones que formaban parte de su día a día, como «agarrarla por la mano y retorcerle el brazo hasta que ella lloraba».

Echarla a patadas de la cama

La narración de las vivencias de la denunciante también deja al descubiertos los supuestos episodios de vejaciones y ataques físicos que trufaron su relación. Es el caso de una agresión acontecida en el exterior de un bar en marzo de 2013, momento en el que el acusado aproximó un cigarrillo hasta la cara de la víctima hasta que le provocó una quemadura. En otra ocasión, según expone el fiscal del caso, éste le propinó a su pareja varias patadas hasta que la tiró de la cama. Lo mismo aconteció, incide, en un aparcamiento.

La agresión más grave por la que el acusado tendrá que sentarse hoy en el banquillo tuvo lugar en julio de 2013. «Cuando la víctima aparcó su vehículo, el acusado la agarró con fuerza, introdujo los dedos en su boca para impedir que gritara y la obligó a subirse a su coche, donde la golpeó tanto en la cara como en el cuerpo mientras emprendía la marcha hacia un monte (...). En varias ocasiones la mujer intentó tirar del freno de mano para detener el vehículo, siendo golpeada por el acusado. Aprovechando un descuido, se dirigió a la parte trasera y pudo abrir una de las puertas traseras, saltando del coche en marcha y emprendiendo la huida a la carrera», relata el escrito de acusación a propósito de una presunta agresión tras la que la víctima decidió romper su relación.

Además de la pena de 15 años de cárcel, el presunto maltratador se expone a una orden de alejamiento y a la prohibición de comunicarse con su expareja durante cinco años.