El PSOE plantea en Galicia una copia de las reglas del parlamento andaluz

Ni una semana ha tardado el PSdeG en presentar su propuesta de reforma del Reglamento del Parlamento gallego. Y la urgencia lo ha llevado a echar mano del socorrido «cortar y pegar». En este caso, de las reglas que rigen la Cámara andaluza, estandarte del socialismo español. Tras la polémica suscitada en la última junta de Portavoces a raíz del reparto de iniciativas en pleno —que supone una merma en las correspondientes a AGE y BNG en favor del Grupo Mixto—, los socialistas han hecho todo lo posible para desligarse de lo ocurrido en la reunión, donde mostraron su conformidad con la propuesta de la Mesa de la Cámara.

El resto de grupos de la oposición pronto le echaron en cara el «pacto» con el PP, aunque desde el PSdeG rechazaron la palabra «acuerdo» para huir de cualquier acercamiento con los populares.

Y la presentación de esta reforma del Reglamento no hace más que confirmar la senda del distanciamiento. «No hay acuerdo, hay una aplicación del Reglamento. No nos gusta que se aplique así y por eso hoy presentamos esta propuesta», recalcó ayer la viceportavoz del grupo socialista, Carmen Gallego, que avanzó dicha modificación durante un desayuno informativo junto al portavoz.

Pese al cariz circunstancial de su iniciativa, José Luis Méndez Romeu hizo hincapié en la pluralidad de «argumentos» para acometer un cambio en las reglas básicas parlamentarias, un cambio con marcado sabor andaluz. Los socialistas proponen hasta veinticuatro modificaciones, algunas de ellas incluidas como novedad, pero copiadas —con traducción al gallego de por medio— del reglamento del Parlamento de Andalucía.

Así ocurre con la introducción de la figura de los no adscritos, también recogida en el Congreso, que rebajaría los derechos que actualmente ostentan Carmen Iglesias y Consuelo Martínez. También reproducen el andaluz cuando plantean que los gallegos puedan «presentar por escrito enmiendas a las proposiciones y proyectos de ley». El aumento de la participación ciudadana —en línea con las medidas pro transparencia de Núñez Feijóo— es una de las patas de la reforma socialista, que incluye la posibilidad de que «entidades representativas de la ciudadanía puedan realizar preguntas a la Xunta». Otro calco.

Siguen la misma senda fotocopiada la propuesta orientada a hacer obligatoria las declaraciones de renta y patrimonio de los diputados —actualmente ya se hace mediante un acuerdo entre los grupos—, la equiparación de los turnos del presidente de la Xunta y la réplica de la oposición en el Debate de la Autonomía o los nuevos compromisos de los parlamentarios. El PSdeG propone que la Mesa «ordene la detracción automática y proporcional de las retribuciones» de aquellos diputados que, «de modo injustificado», no asistan a plenos y comisiones.

«Precipitada y apresurada»

Como novedad «made in Galicia», los de José Ramón Gómez Besteiro plantean aumentar la duración de los períodos de sesiones, dejando sólo agosto y los días de navidad como inhábiles, al tiempo que proponen crear una comisión de investigación con el apoyo de una tercera parte de la Cámara. Es decir, sólo sería necesario contar con el respaldo de 25 de los 75 diputados actuales, por lo que el PSdeG, bien fuese unido con AGE o BNG, podría dar luz verde a cuantas quisiese.

«Es una perversión de la mayoría», criticó el portavoz parlamentario, quien tachó de «precipitada», «apresurada» y «llamativa» dicha reforma porque, entre otras cosas, el PSOE se «abstuvo» cuando el Bloque, hace escasas semanas, planteó una similar.