Diputaciones provinciales: otros nueve arcos multicolor

Otros nueve arcos multicolor se dibujarán esta semana en la política de Castilla y León. Tras los iluminados por ayuntamientos y las Cortes al trasluz de los resultados de las urnas el pasado 24 de mayo, ahora es el turno de las diputaciones. La elección de sus cargos no es directa, pero del resultado de las municipales depende la composición de los nueve plenos que se sucederán esta semana. Y con el crisol de colores dejado por los electores en la configuración de los consistorios, las instituciones provinciales no van a ser ajenas a él, sobre todo por el peso que las fuerzas emergentes y algunas hasta ahora minoritarias han ganado especialmente en las capitales de provincia y grandes núcleos.

Adiós al bipartidismo que imperaba en la mayoría de ellas. Bienvenida a una mayor pluralidad política en todos los hemiciclos. Las nuevas fuerzas también se hacen hueco en las instituciones provinciales, dejando atrás la hegemonía que hasta ahora prácticamente se repartían PP y PSOE. Si en la pasada legislatura las nueve instituciones provinciales sumaban hasta siete partidos diferentes (además de los mayoritarios había representantes de IU, UPyD, UPL, PPSO y Adeiza), en la que arrancará en los próximos días son una decena. La mitad lo harán por primera vez tras el estreno de sus siglas en las municipales. Es el caso de Ciudadanos, Podemos, Ganemos, Trato Ciudadano y Coalición por el Bierzo, que se suman a PP, PSOE, IU, UPyD y UPL.

A partir de ahora, en ninguna diputación habrá sólo dos partidos y ni siquiera tres fuerzas. Al reparto hay más «invitados». Y destaca el caso de Ávila. Pese a ser una de las provincias más pequeñas de Castilla y León, es la que contará con más número de partidos. Hasta seis integrarán la nueva corporación (había tres en la anterior), en la que el PP se mantiene como el más votado y con el poder. Se queda con 14 de los 25 escaños, seguido por el PSOE, con justo la mitad, siete. UPyD amarra el conseguido hace cuatro años y, además, logran un hueco Ciudadanos, Izquierda Unida y Trato Ciudadano.

Muy plural también el hemiciclo de la Diputación de León, con cinco partidos con representación. Aquí también el PP es el mayoritario y el que ostentará al mando, pese a haber perdido algo de fuelle. El PSOE se mantiene con nueve escaños como la segunda fuerza, los leonesistas de UPL conservan un representante y entran Ciudadanos (uno) y Coalición por el Bierzo (uno). Quinteto también de fuerzas en Valladolid. A PP (que gobernará en minoría, con 13 diputados), PSOE (10) e IU (tiene dos en lugar de uno), se unirán Ciudadanos (uno) y la marca de Podemos en la capital del Pisuerga, Sí se Puede Valladolid (uno).

Mínimo cuatro fuerzas

En el resto, excepto en Soria, cuatro serán los distintos colores políticos en las instituciones provinciales. En Burgos, a PP (13) y PSOE (7) se unirá Podemos bajo el nombre de Imagina Burgos (3) y Ciudadanos (2), a la vez que se cae del hemiciclo UPyD. En Palencia, mientras el PP mantiene su hegemonía (16), IU pierde su representante y el PSOE (6) cede terreno para que entren Ganemos (2) y ciudadanos (uno).

Del bipartidismo tradicional a un cuarteto pasará la Diputación de Salamanca, en la que los socialistas mantienen su peso (nueve escaños) mientras que el PP pierde (de 16 a 13), dando entrada a Ciudadanos (2) y Ganemos (uno). Situación que se repite en Segovia, donde dos escaños hasta ahora en manos de los populares se los repartirán UPyD y Ciudadanos, mientras los socialistas mantienen su representación (10).

También cuatro partidos formarán la Corporación de Zamora, los mismos que había en el anterior mandato, aunque con cambio de siglas. El PP vuelve a ser el mayoritario, seguido del PSOE. IU gana peso y pasa de un diputado a tres y Ciudadanos entra en lugar de Adeiza. El menos multicolor, el pleno de Soria, donde volverán a ser tres los partidos, aunque es donde más cambia la configuración. El PP cede la mayoría al PSOE y Ciudadanos toma el relevo de PPSO.

Y todo porque la pérdida de apoyos y concejales por parte de las hasta ahora dos principales fuerzas tendrá también su reflejo a la hora del reparto de los 227 diputados provinciales (25 por cada institución, menos Valladolid, que tiene 27).

Los 7.256 ediles logrados en esta ocasión por los populares, frente a los 8.126 de hace cuatro años (870 menos) será también palpable en las diputaciones. El PP ha conseguido mantener la mayoría en siete, en Valladolid gobernará en minoría -se quedó a uno de lograrla-, mientras que Soria pasa a manos del PSOE gracias al acuerdo con Ciudadanos para la fuerza más votada. Eso sí, en esas mayorías el bastón de mando estará acompañado de un respaldo menor tras el importante repunte de la formación de la gaviota en 2011.

En Burgos, León, Salamanca, Segovia y Zamora, los populares han logrado la mayoría absoluta por la mínima, con 13 de los 25 diputados en juego bajo sus siglas. Con 14 se han quedado en Ávila. La más holgada, Palencia, la única en la que la representación del PP no cae y se mantiene con una holgada ventaja y 16 diputados provinciales.

Valladolid y Burgos

Y todo después de que, en su conjunto, los populares hayan perdido 21 representantes en las nueve instituciones provinciales respecto a la anterior legislatura. Frente a los 140 asientos que ocupaban entonces pasarán a extenderse por 119, esto es, el 15 por ciento menos.

Las mayores caídas las anotan Valladolid, donde pasan de una holgada mayoría absoluta de 17 diputados a perderla y quedarse rozándola con 13, es decir, cuatro menos; y Burgos, donde conserva el poder sin necesidad de aliados, pero se queda con 13 diputados cuando hasta hace unos días tenía 17. En Salamanca, los populares han perdido tres diputados (pasan de 16 a 13), aunque mantienen el poder. Es la misma caída que la experimentada en Soria, pero con diferentes consecuencias. Aquí, pasar de 14 a 11 escaños ha significado el fin a 30 años de gobierno popular en la Diputación soriana. En Ávila, con dos menos que hace cuatro años, el PP se queda con 14 diputados. También un par de representantes se han dejado en Segovia, León y Zamora (de 15 a 14).

Pese a la bajada, el PP continúa siendo la fuerza mayoritaria, y con gran diferencia sobre el resto. Le sigue, el PSOE, que ha contenido mejor el envite de las urnas a la hora de configurar las diputaciones. Aunque ha perdido casi un centenar de concejales (tiene 3.707 en lugar 3.800) tendrá 78 diputados provinciales, uno menos que en el anterior mandato, aunque el peso varía en función de la provincia. Así cae la representación en Ávila (de 8 a 7), Palencia (6 en lugar de 8); se mantiene en Burgos (7), León (9), Salamanca (9), Segovia (10) y Zamora (8), y aumenta en Soria (de 11 a 14) y Valladolid (de 9 a 10).

Incremento importante el de IU, que duplica sus diputados y pasa de tres a seis, gracias al tirón especialmente en Zamora (3) y Valladolid (2). UPyD mantiene dos actas, una en Ávila y otra en Segovia en lugar de Burgos. E irrupción importante la de Ciudadanos, que con doce diputados y presencia en las nueve diputaciones se convierte, aunque a gran distancia, en el segundo partido con más plazas en unas instituciones que aboga por suprimir. No así ocurre con Podemos, que sólo logra representante en las diputaciones de Burgos (3) y Valladolid (1). Ganemos suma dos en Palencia y uno en Salamanca. Además, logran un diputado Trato Ciudadano en Ávila y UPL y Coalición por el Bierzo en León.