Ricardo Blázquez, en un momento de la entrevista
Ricardo Blázquez, en un momento de la entrevista - f.heras
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Ricardo Blázquez: «La Iglesia publicará un documento para ayudar a la reflexión a la hora de votar»

Impresionado por las celebraciones de Semana Santa, llama a vivir con intensidad el V Centenario de Santa Teresa, cuyo espíritu reivindica para una sociedad española que «no acaba de encontrar un futuro sosegado»

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Ricardo Blázquez (Ávila, 1942) es cardenal, arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, tres cargos entre los que reparte un ministerio pastoral con el que, confiesa, no suelen coincidir los intereses, más mundanos, de los medios de comunicación, cuyas preguntas, en ocasiones, esquiva.

-¿Qué balance hace de la Semana Santa que ha terminado?

-Es la cuarta Semana Santa que celebro en Valladolid. En esta ciudad, como decía Miguel Delibes, la procesión va por dentro. La gente no contempla las imágenes desde las aceras y desde las plazas de una manera exterior, sino reposadamente y en silencio. Con la procesión del Domingo de Ramos este año quedé extraordinariamente impresionado. No recordaba una procesión tan concurrida, tan festiva, tan gozosa como la de esa mañana.

Es la procesión en la que podemos encontrar antecedentes en el Evangelio. La Procesión que también me sobrecogió fue la general del Viernes Santo, con tantas imágenes y tan expresivas. Es una selección de imágenes como yo no recuerdo haber visto.

-¿Qué es lo que más le ha gustado de estos días?

-La procesión del Domingo de Ramos y la General del Viernes Santo. También el Sermón de las Siete Palabras en la Plaza Mayor, que este año ha pronunciado Antonio Pelayo.

-¿Y lo que menos?

-A veces hay unas demoras en el comienzo de las procesiones que no sé por qué se producen. El Domingo de Ramos, por ejemplo. No sé por qué, no hubo una sincronización mayor entre la salida de la procesión y la celebración litúrgica, porque tuvimos que esperar una hora a la puerta de la Catedral hasta que llegó la procesión. Yo creo que eso se puede sincronizar mejor.

-Días antes de comenzar la Semana Santa, las cofradías de Valladolid se enfadaron mucho porque se les quería cobrar un canon de 150 euros por hacer estación de penitencia en la catedral

-Yo creo que ahí faltó un diálogo entre todos. No es un canon, sino necesidades que la catedral tiene que tenemos que sufragar entre todos y, por lo que yo conozco, hay muchas cofradías que sin una petición especial ya generosamente se anticipan. Faltó una comunicación detenida entre la catedral y la Junta de Cofradías.

-Otra de las celebraciones actuales es el V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa

-La devoción a Santa Teresa está muy enraizada en el pueblo. Por eso, todas las actividades que se están realizando tienen muchísima participación. La Exposición de las Edades del Hombre en Ávila y Alba de Tormes tendrá muchísimos visitantes. Es una exposición extraordinaria. Como novedad, han traído unas 70 imágenes de conventos carmelitas de Andalucía.

-¿Tiene vigencia hoy Santa Teresa?

-Mucha. Está viva. Hay una vitalidad de su memoria. Tiene mucho que decirnos. Santa Teresa llegó a una conclusión: a tiempos recios, amigos fuertes de Dios. Se puede establecer una correlación entre lo que Santa Teresa dijo y la respuesta que hoy podemos dar a muchas situaciones. Cuando los desafíos son grandes, la mediocridad no es respuesta. Nunca la mediocridad satisface el corazón humano pero tampoco resuelve los problemas que tenemos planteados. Respuestas humanamente hondas, verdaderas, esperanzadoras, no ir tirando. Ir tirando nunca resuelve los problemas. Otro aspecto de Santa Teresa es que la oración es necesaria. No sólo los creyentes necesitamos orar sino que todas las personas necesitan fases de tranquilidad, de reflexión. Tenemos que liberarnos del remolino de la vida, de la saturación de mil tareas que a veces están secuestrando nuestro corazón y nuestra interioridad. Santa Teresa nos ayuda a comprender cómo la vida humana necesita también tiempos de sosiego y de paz. No es simplemente dejarnos arrollar por mil impactos de medios de comunicación. ¿Qué hacemos con tanta información si no lo asimilamos?

-Y la Santa escritora

-También Santa Teresa nos ayuda por sus formas expresivas. Es una maestra del lenguaje. Aprender a hablar y a expresarnos es una de sus lecciones. Tuvo una experiencia profunda, la supo tematizar y la supo transmitir. Este recorrido de experiencia humana, de conceptualización de la experiencia y su transmisión es una lección muy importante en nuestro tiempo. Santa Teresa, desde la experiencia que tuvo ante la contemplación de un Cristo muy llagado, descubrió y afianzó el puesto de Jesucristo y además tiene el arrojo de desafiar a los que no terminan de verlo claro.

-Ya lleva casi cinco años al frente de la Archidiócesis de Valladolid. ¿Cómo la ve?

-Está en Castilla y León y como tal, con los mismos valores, con el riquísimo legado que hemos recibido pero también con las mismas dificultades. Somos una región geográficamente muy extensa y muy despoblada. Otro marco de comprensión importante es el de las diócesis en España, donde no acabamos de encontrar ni como sociedad, ni como convivencia política, ni como colaboración entre todos un futuro sosegado. Debemos buscar un futuro sosegado en medio de las dificultades. En España ha habido cambios muy profundos. Tuvimos la transición de la que deberíamos estar orgullosos, pero después empezamos a ramalear en relación con esta transición y empezamos a volver a épocas anteriores que nos dan preocupación. Pediría que tuviéramos como pueblo más sosiego y más sentido de nuestra historia. En la historia de España ha habido capítulos espléndidos y a veces da la sensación de que tenemos que pedir perdón por nuestra historia. Hemos tenido la oportunidad de contrastar la reacción ante los restos que han aparecido de Cervantes y compararlo con lo que hacen, por ejemplo, en Inglaterra, cuando descubren los restos de Shakespeare. Yo pediría más sentido de nuestra historia. España fue protagonista, junto con Portugal, de la expansión del mundo que es una epopeya de primerísima magnitud. Es verdad que hubo errores y equivocaciones. Tenemos una historia grande y casi siempre las dificultades han venido por desuniones. Otro marco es el sentido y la fe de la Europa Occidental. Hace tiempo que venimos hablando de una secularización, que es una especie de marea que sube, que llega hasta la conciencia y hasta las manifestaciones sociales, pero no se puede decir que sea una marea que lo absorba todo. Por ejemplo, Valladolid estos días es una manifestación de la grandeza de nuestra historia religiosa y la gente conecta con ella, no está blindada a una apertura a la fe y a la trascendencia.

-Uno de los problemas recientes de la Diócesis tiene que ver con la imputación de uno de sus sacerdotes por practicar exorcismos en una joven burgalesa.

-Fue una petición que hicieron desde Burgos y el exorcista de Valladolid acudió a esa petición.

-Pero ¿qué sentido tienen actualmente los exorcismos?

-Los exorcismos son una celebración de la Iglesia Católica y no voy a entrar en más cuestiones.

-Hace dos meses que fue creado cardenal. ¿Está cómodo?

-Para mí, el cambio de presbítero a obispo sí que fue fundamental. Después, de una diócesis a otra o de obispo a arzobispo o cardenal, ya no.

-¿Usted puede ser Papa?

-Yo sí puedo ser elector.

-Y elegido

-Puedo ser elector.

-También es presidente de la Conferencia Episcopal Española. ¿Le da muchos disgustos este cargo?

-Disgustos, no. Actividades, sí. Son buena gente.

-¿Cómo están las relaciones con el Gobierno?

-Normales

-Ni buenas ni malas...

-Correctas. Como deben ser las relaciones entre el Estado y la Conferencia Episcopal.

-Pero sí ha habido desencuentros, como en el caso de la reforma del aborto

-Ya me he expresado muchas veces sobre ello

-¿Camina la sociedad escañola hacia la secularización?

-No lo sé. Yo no tengo el secreto de las cosas

-¿Cómo deben afrontar los creyentes las próximas citas electorales?

-Como Conferencia Episcopal, hemos preparado un documento que puede ver la luz en abril y que se titula «La Iglesia, servidora de los pobres». Es el documento que queremos trasladar este año, no sólo porque sea electoral. Este documento viene para ayudar a la reflexión a la hora de votar.

-¿Qué le parecen los partidos emergentes?

-No lo sé. Ese no es mi tema. Soy un ciudadano que escucha, que ve, que oye. Veo los resultados de Andalucía y cuáles pueden ser sus proyecciones.

-¿Y Podemos?

- Podemos, y Ciudadanos, y otros partidos se dividen, y otros están medio así, otros están muy flojos…Eso lo veo como ciudadano.

-Y no me va a dar su opinión

-Evidentemente, no.

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