Mas de 2.000 personas realizan el Vía Crucis en torno a la muralla de Ávila

Pasadas las 5.30 de la madrugada, más de 2.000 personas han partido desde la Catedral de Ávila para participar en el Vía Crucis de Penitencia que se ha desarrollado en torno a los 2,5 kilómetros del perímetro de la muralla.

Se trata de uno de los actos más emblemáticos de la Semana Santa de Ávila, declarada desde el año pasado de Interés Turístico Internacional, ya que aúna la devoción de los participantes, con la belleza estética del monumento de más destacado de la ciudad.

A todo ello se suma la impresionante talla del Santísimo Cristo de los Ajusticiados (S. XVI), acompañada por los fieles en una procesión presidida por el delegado diocesano del V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús, Jorge Zazo.

El desfile procesional,organizado por el Ilustre Patronato de la Santa Vera Cruz, el más antiguo de la Semana Santa de Ávila, ha contado con la presencia del obispo de la diócesis y presidente de la Fundación Las Edades del Hombre, Jesús García Burillo.

La comitiva ha llegado al principal templo de la ciudad a las 7.40 horas, tras recordar la Pasión y Muerte de Jesucristo durante las catorce estaciones del recorrido realizado en un respetuoso silencio por los fieles que han acompañado la talla del Santísimo Cristo de los Ajusticiados.

Cada estación ha estado marcada por grandes cruces de madera situadas junto a la muralla de Ávila, en la que se dibujaba su sombra en una noche de las más agradables de los últimos años para esta singular celebración religiosa.

En el año que se conmemoran los 500 años del nacimiento de Santa Teresa, el Vía Crucis de Ávila, convertido en uno de los emblemas de la Semana Santa abulense, ha tenido varios guiños a esta efeméride.

Uno de ellos, el texto que se ha seguido para el desarrollo de la celebración, que ha sido el mismo del Vía Crucis que hizo el Papa Pablo VI en 1977 haciendo honor a Santa Teresa, a la que había nombrado doctora de la Iglesia católica.

Otra referencia a esta efeméride ha sido el hecho de que la talla del Santísimo Cristo de los Ajusticiados ha ralentizado su paso al llegar al Arco de la Santa, junto al cual se encuentra el Convento del mismo nombre, donde se cuenta la casa natal de la mística abulense y "corazón" del V Centenario.

Este Vía Crucis ha estado presidido por una de las tallas más veneradas de toda la Semana Santa de Ávila, conocida inicialmente como Cristo de la Buena Muerte, teniendo en cuenta la serenidad de su rostro.

Posteriormente pasó a denominarse Santísimo Cristo de los Ajusticiados, dada su vinculación con los presos, a los que acompañaba en sus últimas horas, informa Efe.

En el año 1953, el Patronato de la Santa Vera Cruz y el Consejo Diocesano de Jóvenes de Acción Católica, impulsores del Vía Crucis de Penitencia a partir de 1935, solicitaron a las autoridades civiles un acto de perdón, mediante el cual se concedí la libertad a uno de los reos en la antigua cárcel, donde se realizaba una parada.

Esta talla anónima, fechada en el siglo XVI, se encuentra en la Ermita del Humilladero, muy cerca de la basílica de San Vicente, desde donde fue trasladada hasta la Catedral en torno al mediodía del Jueves Santo, para participar en la Procesión de los Pasos.

Una vez finalizada esta procesión, muchos fieles han tratado de entrar en calor desayunando un chocolate con churros o porras en los bares que estaban abiertos a esas horas en la ciudad.