Cortejos procesionales

Avanzada la Cuaresma y próxima la Semana Santa, se suceden los cortejos procesionales en Zamora. Rosa Valdeón, que ha cubierto con dignidad y buena nota una etapa azarosa en esa ciudad, ha salido muy bregada, con una experiencia política que le vendrá bien, ocurra lo que ocurra en mayo, y enfila camino a Valladolid. Los cortejos, no obstante, son más numerosos entre los socialistas zamoranos, que huyen en desbandada o por goteo constante en desacuerdo con la actual Secretaría regional, donde la secretaria de Organización, Ana Sánchez, zamorana ella, no es que se caracterice por su mano izquierda y saber hacer; como elefante en cacharrería, por traducir en bonito los cantares que le sacan, puede quedarse con todo el mando en la provincia y con ella de único militante.

Los vaticinios para la Alcaldía no parecen claros. Clara San Damián parte como favorita para ser la más votada. Cuenta con prestigio entre la militancia, trayectoria positiva al frente de la Subdelegación del Gobierno y, además, le apoya el omnipresente aparato zamorano, el que daba la espalda a Valdeón. Nadie apuesta por una mayoría absoluta, pero sí confían en su talante negociador para futuros pactos. Posibles parejas de baile, el Partido de Miguel Ángel Mateos, que puede subir. Del batacazo del PSCL puede sacar tajada IU, menos hundida y subsumida por Podemos que en otras demarcaciones. Las incógnitas se encuentran en Podemos con buen apoyo en las europeas, pero sin estructura, ni claros movimientos afines; y en Ciudadanos, donde sólo valdrá el tirón de su líder. Así las cosas, para la Alcaldía se presenta una interesante batalla, que no se traslada a la Diputación, donde los populares creen obtener la mayoría para seguir con la presidencia.