Cuando marzo mayea...

Escribir del tiempo a estas alturas de la temporada política puede parecer una chicuelina al toro electoral que recorre, bravío y empitonado, las calles de pueblos, ciudades y capitales en un «sanfermín» caótico en el que los corredores se tropiezan, una y otra vez, antes de traspasar el túnel que conduce al albero iluminado por el sol mañanero. En esta carrera electoral se atisban más atardeceres que amaneceres, o sea, que las nuevas promesas del toreo han saltado al ruedo dispuestas a derrotar no sólo los derrotes del toro, sino a los maestros de los que mamaron el arte de la política. Llegan osados, aunque no a pecho descubierto, y a saber si tarde o temprano el toro verdadero, que es un toro que pace en la dehesa de la libertad, se los lleva por delante o no.

El ruedo está abierto para capotazos temerosos y arriesgados pases de pecho. Al final, ya se sabe, el pueblo, a veces circo, concede las orejas, e incluso el rabo…

Dicho lo dicho, como cada día dicen y dicen los tertulianos de la TV, la noticia semanal, incluso mensual, incluso del año, incluso de la historia (hoy día todo es histórico para los medios de comunicación), es que por tierras leonesas los termómetros han alcanzado los 28 grados en esta primera semana del mes de marzo. Hace calor, mucho calor, resuenan «Los Rodríguez» en las terrazas primaverales ayer calentadas por estufas como setas y mecidas en los románticos boleros de los hermanos Quijano, los de La Lola, sí. Ya es primavera, incluso verano, en la corte leonesa. Y los expertos en esa «cosa» que se llama «cambio climático», los mismos que hace una década predecían que el río Ebro se secaría en pocos años, buscan en el aire lo que el refranero de toda la vida, del de antes de ecologismos y de tonterías pseudocientíficas, dictó: «Cuando marzo mayea, mayo marcea»; o sea, nada nuevo bajo el sol, por mucho que los «expertos ecologistas» profeticen. Y a tomar nota, pues «hasta el cuarenta de mayo…no te quites el sayo».

En los últimos días el mundillo político de Castilla y León está al albur del clima, o sea, del PSOE que más calienta, que es poco, o del otoño del patriarca pepero, que no es poco, o de la interrogante primavera de... a saber. Por la provincia leonesa las elecciones que se avecinan tienen el marchamo de la ausencia de Isabel Carrasco, la presidenta del PP asesinada en mayo del pasado año. Ella, con todo el poder en sus manos, consiguió éxitos electorales a la vez que tremendos fracasos. Es una nueva época para este León, para esta provincia, en la que Carrasco es un recuerdo trágico y Zapatero una sombra que alguna vez se asoma, temerosa, por las esquinas del Barrio Húmedo.

Hoy, marzo mayea por León.