Martínez firma en prisión su dimisión al frente de la Diputación y de Cuadros

«Ha firmado». Es la frase que entre suspiros, «ya era hora» y «por fines» se repetía ayer en el PP leonés. Tras dos semanas con Marcos Martínez Barzón enrocado en aferrarse a sus cargos después de ser enviado a prisión en el marco de la operación Púnica, el abogado del presidente de la Diputación de León confirmó ayer al partido que su representado había plasmado su rúbrica en el escrito de dimisión como máximo responsable de la institución provincial y del Ayuntamiento de Cuadros -al parecer sin renunciar en ninguno de los casos a su acta- y también en su baja del partido. Se espera que los papeles de su renuncia, en manos de su mujer que ayer le visitó en la cárcel, se hagan hoy oficiales y que este mismo viernes haya ya nuevo líder en el leonés Palacio de los Guzmanes, el tercero en medio año.

Desde el PP confían en que los escritos con la ansiada firma de Martínez Barazón -el partido le había pedido por activa y por pasiva que facilitara las cosas y renunciara-, lleguen hoy a los tres registros de la Diputación, el Ayuntamiento de Cuadros y el Partido Popular, acortando los trámites que se habían puesto en marcha en vistas a su negativa a marcharse voluntariamente, ya que, según ha trascendido, sostenía que hacerlo sería reconocer una culpabilidad que él niega.

Así, los trámites de renovación al frente de la Diputación podrían acortarse considerablemente, incluso aunque no deje a su acta. Su dimisión como presidente permitiría evitar la moción de censura que estaba en marcha y que, en el peor de los casos, podría haberse llegado a retrasar hasta finales de año. Si mañana se registra el documento en el que renuncia al cargo se agilizaría la maquinaria del relevo, que en el PP espera cerrar este viernes, según explicaron fuentes de la formación.

Primero debería haber una sesión extraordinaria en la que se diera cuenta de su renuncia y, posteriormente, se convocaría para el último día hábil de la semana una nueva en la que el orden del día sería el nombramiento de Emilio Orejas como nuevo presidente de la institución provincial, el tercero en cinco meses tras el asesinato de Isabel Carrasco y en encarcelamiento de su sustituto, Martínez Barazón. Al menos, ésa es la intención en el PP, que tras dos semanas perdidas desde que el alcalde de Cuadros ingresara en prisión dicen haber intentado que todo vaya «deprisa» para volver cuanto antes a la normalidad, según confirmó el nuevo presidente provincial de la formación, Eduardo Fernández.

Una intención que se traslada también al Ayuntamiento de Cuadros, en el que el PP disolvió el Grupo Popular tras la marcha de los ediles en respaldo a Martínez Barazón como alcalde desde la prisión de Navalcarnero (Madrid), donde ayer firmó su dimisión como regidor del municipio, al frente del cual llevaba 23 años. Se espera que también esta misma semana se produzca el relevo entre los suyos, con mayoría absoluta.

Mantiene su acta

Queda por saber si junto a la renuncia de sus cargos presenta también el de sus actas como diputado y concejal, que le seguirían reservando una silla en la institución provincial y el Ayuntamiento de Cuadros, algo que, según se le ha comunicado al PP, no ocurrirá, ya que Martínez Barazón habría decido no entorpecer su marcha, pero tampoco hacerla definitiva a la espera del juicio.

Lo que es seguro es que en ninguno de los dos casos será parte del grupo popular en estas instituciones, ya que junto a las dimisiones de sus puestos llegará hoy directa desde Navalcarnero su baja del PP. Una formación, cuya aspiración a presidir y la búsqueda de influencias para lograrlo podrían haber motivado su implicación en la trama de acuerdo a la investigación del juez Eloy Velasco de la Audiencia Nacional.