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El coro de Mississippi arrasa en el festival de gospel de Canarias

La formación estadounidense actuó en el certamen celebrado en el Alfredo Kraus y esta noche lo hace en La Laguna

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La Navidad a ritmo de Gospel es algo ya más que esperado con ganas en Canarias, y el arranque de la IX edición culminó con éxito y lleno absolutos tanto en Guía de Isora como en Las Palmas. La Mississipi Gospel Chorale dio un lujoso pistoletazo de salida a esta cita que, en el Auditorio Alfredo Kraus, cerró la noche con todo un aforo al completo en pie cantando y bailando aquello de ‘Oh Happy day’, canción que da título al tour de una de las más famosas e internacionales bandas de gospel tradicional, que llega a Canarias para quedarse unos días, pues este domingo y el lunes repetirá show en el Teatro Leal de La Laguna.

‘Oh Happy day’ hace un recorrido vivo por las canciones espirituales más sobresalientes del último siglo, con sus intensas raíces religiosas, que nos evocan no sólo esa fe que Dios nos brinda en el camino, sino toda la lucha que ha habido y aún hay en el mismo, por la libertad y por la igualdad, en particular entre la población afroamericana del Sur de Estados Unidos, desde el corazón de Georgia al mundo.

Un canto a la esperanza en el que, sobre todo, dar gracias a Dios y la vida, por tanto y por mucho más...

Los 10 integrantes (tres músicos y siete cantantes) de la Mississipi Gospel Chorale arrastraron al público a sumirse en una espiral de sentimientos y emociones desde el primer minuto, y de forma natural, la espiritualidad fluyó como una corriente del mismo modo que lo hizo el ritmo. Las palabras cargadas de mensaje agitaban las conciencias como mismo se revolvían las olas tras el escenario, siguiendo un compás de sensaciones al que siempre se unían las palmas de todos, aunque sólo fuera por un instante. El público vibró sin remedio. Cierto es que con algunas canciones más que con otras, como con la llamativa versión del ‘Aleluya’ de Haendel o algunos conocidos villancicos, pero esa mezcla de espiritualidad con funk y blues tiene una reacción en cadena imparable.

Bajo la dirección musical del compositor, arreglista y pianista Jerry Calvin Smith, profesor de cursos sobre Teoría de la Música en la Universidad estatal de Jackson y organista, mostraron que el gospel es un género que siempre convence y que está más vivo y es más actual que nunca. Mucho ha llovido desde que Rosetta Tharpe (primera gran estrella del gospel) llevara este género a la música pop en los años 30, o las grandes voces del ‘soul’ como Aretha Franklin, Sam Cooke o, por supuesto, Ray Charles ‘secularizaran’ el gospel en los ’60 sacándolo definitivamente de las iglesias evangelistas y baptistas.

Y es que el gospel rompe con muchos esquemas y sabe cómo mezclar tradición con nuevos ritmos, pues su gran éxito se basa en el énfasis vocal y su armonía interpretativa por encima de cualquier acompañamiento secundario, aún cuando sea un solo de piano sobresaliente. Ha creado verdaderos himnos de solidaridad, como el propio ‘Oh happy day’, capaz de contagiar al público no sólo su entusiasmo, sino también su sentido más espiritual de la vida...

Oh día feliz (oh día feliz) Cuando Jesús lavó (cuando Jesús lavó) Jesús lavó (cuando Jesús lavó) Lavó mis pecados El me enseñó cómo (oh el me enseñó como) A mirar (a mirar, a mirar) Luchar y orar (a luchar y orar) El me enseñó cómo vivir gozoso, sí él lo hizo (y vivir gozoso) Oh sí, cada día (cada día...)

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