Con Halloween se disparan las ventas de disfraces
Con Halloween se disparan las ventas de disfraces - francisco seco
SOCIEDAD

Los disfraces pueden ser peligrosos para los niños

Lo que los padres deben tener en cuenta para evitar accidentes

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Con la tradicional festividad de Todos los Santos llega también la importada tradición festiva de Halloween, que se convierte, junto con los carnavales, en la fecha en la que más abunda la práctica de disfrazarse. También entre los niños. Pero hay que tener en cuenta consejos básicos para que la fiesta no acabe en susto, porque ni todos los disfraces son inofensivos, ni todos están exentos de riesgos.

Las autoridades aragonesas de Consumo lo han recordado lanzando una serie de consejos básicos que, en el caso de los disfraces para niños, han de tener en cuenta sus padres.

No está de más estar atento a las características del disfraz elegido y de los complementos, porque, en lo que va de año, de los 2.398 productos que han sido objeto de alerta de Consumo a nivel europeo, 73 corresponden a referencias que son vendidas en estas fechas: 14 máscaras, 30 disfraces y 29 complementos.

Las autoridades aragonesas recuerdan que, como conductas elementales, cuando se vayan a comprar estos productos deberá tenerse en cuenta la referencia de su etiquetado, en la que «debe aparecer el nombre de un responsable al que nos podamos dirigir en caso de cualquier problema, (debe incluirse por tanto su domicilio)».

Tampoco se debe fumar cerca del disfraz, ni se debe exponer éste a una fuente de calor muy próxima, ya que es habitual que estén fabricados con componentes que pueden prender fácilmente.

Además, recuerdan que todo disfraz, cuando es comprado, «debe ir acompañado de instrucciones para el uso adecuado».

De los disfraces o productos relacionados con ellos que han sido objeto de alerta por parte de Consumo hasta el momento, los principales riesgos detectados y que origniaron la intervención de la Administración eran su alta inflamabilidad, la presencia de cuerdas que podían provocar ahogamientos, la composición química, y la presencia de partes muy pequeñas, fácilmente desprendibles, con el consiguiente riesgo de asfixia en el caso de ingestión por niños muy pequeños.

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