«La Roja» saca los colores a Alicante

El pasado 13 de junio, Marisol Moreno hizo entrada en el Salón Azul del Ayuntamiento de Alicante. Zapatillas de lona, vaqueros oscuros y blusa negra escotada sin mangas, su atuendo casual desacorde con el momento y el lugar no fue lo más llamativo. Cruzó la sala entre sonriente y amenazadora, blandiendo una bandera arcoiris, para llegar al atril y tomar posesión del cargo prometiendo, «con lealtad al Rey y la Constitución por imperativo legal», «trabajar por los derechos de las lesbianas, gays, transexuales y bisexuales y la igualdad real de las mujeres en esta ciudad».

Las miradas atónitas no sólo se sucedieron entre los invitados, sino también entre la mayoría de la oposición y algunos de sus socios de gobierno, que agacharon la cabeza esbozando en sus rostros una mueca a medio camino entre el estupor y la vergüenza.

Se percibía en su actitud una irreverencia y falta de respeto institucional que a muchos de los presentes dejó con la mosca tras la oreja.

Sólo un mes y una semana después, se dieron cuenta de que no estaban equivocados. El pasado 16 de julio ABC empezaba a desvelar una larga serie de mensajes difundidos por la edil que han terminado en la Audiencia Nacional tras las denuncias interpuestas por Ciudadanos y Partido Popular en la Fiscalía provincial.

A falta todavía de que el Ministerio Público se pronuncie sobre la querella -también tramitada por Manos Limpias- y se lleve a cabo la investigación ordenada por Jorge Fernández Díaz, ministro del Interior, a Policía y Guardia Civil, el fiscal Jorge Rabasa ve indicios de que sus manifestaciones podrían ser constitutivas de un delito de injurias a la Corona penadas en los artículos 490 y 491 del Código Penal, así como de su conexión subjetiva con injurias contra otros colectivos.

Se trata de un amplio catálogo de afirmaciones violentas e insultos a políticos, medios de comunicación, Familia Real, sociedad civil, cuerpos de seguridad del Estado, artistas e incluso miembros del PSOE. Formación con la que, en virtud de un acuerdo a tres bandas en el que también figura Compromís, Moreno (Guanyar Alacant) es concejal de Juventud y Protección Animal.

Apoyo del alcalde

« Mirar estos hijos de puta... una bomba os tiraba yo a vosotros...», escribía textualmente en su Facebook al compartir una foto de una peña durante las fiestas de San Fermín. «No me da la gana que mis impuestos subvencionen asesinatos. A no ser que sean los de los políticos...», exclamaba junto a la imagen de una campaña contra la tauromaquia. «La audiencia provincial es una mierda» o «qué asco de policía y fuerzas de seguridad del estado» eran algunos de los exabruptos lanzados a través de las redes por la susodicha.

El tripartito exculpó a la edil y renunció a destituirla, como rápidamente pidió la oposición en bloque, aduciendo que se trataban de comentarios hechos en el pasado y en su ámbito privado. Estos últimos argumentos -inciertos, como demostró ABC-, fueron también usados por la propia autora. Los artículos desvelados nuevamente el lunes por este periódico, esta vez pertenecientes a un blog de reflexiones políticas y promoción profesional, dejaba al ejecutivo sin argumentos y a Echávarri con una crisis de gobierno abierta sólo un mes después de ser investido. Su alianza con Miguel Ángel Pavón, vicealcalde (también de Guanyar), le ha pasado rápida factura. «La Roja», como se hace llamar, le ha puesto la cara colorada. Y a toda la ciudad.