Preocupación en Alemania por si los últimos ataques pudieran derivar en un repunte de los grupos neonazis e islamófobos

Varios hombres insultan a un joven sirio en el momento de su detención, ayer, al suroeste de Alemania. Ha asesinado con un cuchillo a una mujer polaca con la que trabajaba en un restaurante. Nada, en principio, apunta a un acto terrorista. Pero una parte de la sociedad alemana lo ve como otro episodio más de su particular semana trágica. Siete días de actos violentos de naturaleza muy distinta, como el ataque en el tren del refugiado afgano o el tiroteo de Munich. Que, sin embargo, unidos alimentan el sentimiento de descofianza hacia el millón de inmigrantes acogidos por la primera potencia europea. Se teme un repunte de los grupos neonazis y de movimientos islamófobos como Pegida. Pero preocupa, sobre todo, el rédito electoral que pueda sacar de todo esto Alternativa para Alemania. El partido xenófobo y euroescéptico espera refrendar su espectacular avance de las últimas elecciones regionales en las parlamentarias del año que viene.  -Redacción-