"Muerte a los traidores, libertad para Gran Bretaña"

No se le ha visto a la entrada del juzgado de Londres. Ni a la salida, horas después. Aunque su imagen era la más buscada: Thomas Mair, el presunto asesino de  Jo Cox, declarando ante el juez. Pero no ha declarado mucho. Sólo ha pronunciado: Mi nombre es 'Muerte a los traidores, libertad para Gran Bretaña", cuando le han pedido que confirmara su identidad. No ha dicho más. Por lo que una de las magistradas ha sugerido realizarle un informe psiquiátrico. El lunes volverá comparecer ante el juez. La policía le acusa de asesinato, posesión de armas y también de herir gravemente a un hombre de 77 años que intentó ayudar a la diputada laborista asesinada. Los investigadores le vinculan con grupos neonazis después de registrar su casa y encontrar propaganda extremista. Sus vecinos le describen como un tipo reservado y solitario. Y poco más se sabe de este hombre de 52 años, jardinero en paro, que el jueves disparó y apuñaló a la diputada laborista Jo Cox, marcando la campaña del referéndum que va a decidir el futuro del Reino Unido en Europa. Los actos políticos siguen hoy suspendidos. Sólo se celebran tributos como los de ayer con Cameron y Corbyn unidos ante la figura de esta parlamentaria casada y madre de dos hijos, famosa por su encendida defensa de los inmigrantes y los refugiados sirios y su posición a favor de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea. Una política comprometida que llevaba tres meses recibiendo amenazas.-Redacción-