Una joven británica de 14 años gana la batalla legal para ser criogenizada

Ni enterrada, ni incinerada, la última voluntad de una  jóven britanica de 14 años ha sido ser criogenizada. Una carta esrita por la menor llegó a las manos del juez Peter Jackson y acto seguido este magistrado tenía que tomar una decisión crucial: permitir o negar a sus padres el derecho de criogenizar a su hija. La menor padecía de un cáncer desde hace poco más de un año, pero sabía que el tiempo se le acababa y quería una solución. La madre apoyaba la decisión de la menor, el padre se negó a cumplir su último deseo. Finalmente, el juez falló a favor de la joven.Falleció en octubre y apenas dos minutos después de su muerte, su cuerpo empezó a ser recubierto con hielo e inyectado con los productos químicos necesarios.Su cuerpo se encuentra en el Instituto Criogénico de Michigan, en Estados Unidos bajo el nombre de "Paciente 143". Ahora, dentro de un tanque metálico lleno de nitrógeno líquido y a 196 grados bajo cero, la joven descansa a la espera del futuro.