Las creciente influencia de Putin a través de los populistas europeos

A Vladimir Putin le interesa mucho extender su influencia por Europa, y en Francia, que tiene elecciones dentro de dos meses, tiene una ocasión de oro. Marine Le Pen, la lideresa del xenófobo y anti-europeista Frente Nacional ya ha expresado más de una vez su fascinación por la Rusia de mano dura de Vladimir. Tanta admiración mutua que los servicios secretos franceses se inquietan por un posible ciber-ataque desde Moscú que pueda influir en el resultado electoral. Máxime cuando no paran de salir a la luz escándalos que afectan a los otros candidatos con posibilidades, el derechista Francois Fillon, acorralado por la corrupción y el independiente Emmanuel Macron, tocado por rumores de homosexualidad - ya desmentidos por él-. Bulos y acusaciones con un sospechoso olor a vodka. Putin también hace manitas con el húngaro Victor Orban, al que visitaba hace unos días, prometiéndole dos centrales nucleares. Tampoco le vendría nada mal que ganara el ultra Wilders en Holanda, así que por si acaso los holandeses harán su recuento electoral a mano. Dentro de unos meses se revisan las sanciones de la Unión Europea a Rusia por el conflicto con Ucrania, así que a Moscú le interesa hacer amigos en el corazón de Europa. Toda una concentración de populistas y enemigos de la Unión Europea, que al Zar ruso le vendria de perlas.