Incendio producido tras el atentado ayer en Ankara REUTERS

Turquía acusa a las milicias kurdas de Siria de estar detrás del atentado de Ankara

Los enfrentamientos violentos entre el país euroasiático y las organizaciones kurdas se recrudecen a ambos a ambos lados de la frontera

El ejército turco ha atacado con artillería pesada las posiciones kurdas en el norte del país árabe como respuesta al avance de las últimas jornadas

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El Gobierno turco está convencido de que las Unidades de Protección Popular (YPG por sus siglas en kurdo) están detrás del atentado de ayer que mató a 28 personas y dejó 61 heridos después de que un coche bomba explotara junto a varios autobuses que transportaban personal militar.

Las YPG son la fuerza armada turca en el norte de Siria, que recibe apoyo de Estados Unidos y de Rusia en su lucha contra el Daesh. La explosión de ayer en el corazón político y administrativo de la capital turca aumenta todavía más la tensión que se vive en el norte de Siria.

No obstante, Salih Muslim, colíder del Partido de Unidad Democrática (PYD), que es el brazo político de las YPG, ha negado cualquier responsabilidad en el ataque.

Según Muslim, Saleh Nejar, el joven identificado por las autoridades como autor del atentado, no tiene ninguna relación con su organización. Recen Tayyip Erdogan, el presidente de Turquía, no cree una palabra.

Erdogan confirma la autoría

«A pesar de que aquellos que lideran el PYD y el PKK [el Partido de los Trabajadores del Kurdistán] dicen que no tienen ninguna relación, según la información obtenida por nuestro ministro del Interior y nuestras agencias de inteligencia, se ha identificado que esto ha sido cometido por ellos», ha asegurado esta mañana Erdogan en rueda de prensa.

El PKK es la milicia kurda que opera en las regiones del sudeste turco. El país euroasiático, así como Estados Unidos y la Unión Europea, incluyen a este grupo en la lista de organizaciones terroristas. Sin embargo, para Ankara no hay ninguna diferencia entre el PKK y las YPG, a las que considera una extensión del grupo al otro lado de la frontera siria.

Desde que se rompió la tregua en el mes de julio, el ejército turco y el PKK se han enfrascado en una violenta lucha que ya ha dejado más de 700 muertes. El pasado sábado, Turquía fue más allá en su ofensiva contra los kurdos y comenzó a atacar con obuses las posiciones de las YPG en el norte de Siria. Para los analistas consultados por este periódico esta es una «escalada peligrosa», pues las YPG son un aliado de Estados Unidos en la zona, al que considera la fuerza más efectiva para derrotar a los yihadistas de Daesh. Los kurdos están recibiendo, asimismo, apoyo aéreo de los cazas rusos. Además, los más críticos con las YPG aseguran que estos colaboran abiertamente con el régimen de Bashar al Assad.

Los ataques continuarán

Los responsables del Gobierno turco han reiterado que su ejército no detendrá sus ataques al otro lado de la frontera al remarcar que continuarán respondiendo a la «artillería del PYD», como aseguraba Erdogan recientemente.

El atentado de ayer promete tensar más la cuerda en la compleja relación entre los estados que rechazan a al Assad. De hecho, hoy el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, ya ha hecho referencia a la posición de Estados Unidos al pedir a todos sus «aliados» que rechacen a las YPG. «Es nuestro derecho esperar una respuesta común en contra de las organizaciones terroristas», ha asegurado en comparecencia pública.

Mientras, los enfrentamientos en el norte de Siria, en las zonas cercanas al paso fronterizo de Oncüpinar/Bab al Salam, no parecen que vayan a detenerse pronto. Según ha publicado el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, 500 soldados rebeldes cruzaron ayer la frontera desde Turquía hacia la localidad de Azaz.

Esta pequeña localidad, la última antes del paso fronterizo, se encuentra todavía en manos de los diversos grupos opositores apoyados por Ankara que se enmarcan bajo el amplio concepto de «rebeldes», entre los que se encuentran desde fuerzas moderadas hasta extremistas yihadistas.

Turquía ha reiterado numerosas veces que no permitirá que los kurdos de las YPG consigan tomar Azaz. Por ahora ya han arrebatado a las fuerzas rebeldes la estratégica base aérea de Mannagh, situada junto a la localidad. Y según han informado los medios locales turcos, los kurdos han rebautizado las instalaciones como «Serok Apo», en referencia al fundador de las PKK Abdullah Ocalan, conocido popularmente como «Apo».

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