Farid I. yace en el suelo tras ser tiroteado por los agentes a los que intentó asesinar
Farid I. yace en el suelo tras ser tiroteado por los agentes a los que intentó asesinar - REUTERS

Un terrorista con pinta de persona normal

Farid I., estudiante de Ciencias de la Información, intentó ayer matar a un policía. En el registro de su vivienda se encontró un vídeo en el que juraba fidelidad a Daesh

Corresponsal en París Actualizado: Guardar
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Farid I. el hombre que intentó matar a martillazos a un policía, la tarde del martes, a las puertas de la catedral de Notre Dame, era un «estudiante» de origen argelino, de 40 años de edad, respetado por sus profesores, en la universidad de Metz, en la Lorena (noreste de Francia), en cuyo último domicilio, en los suburbios parisinos, se ha encontrado un vídeo «jurando fidelidad» a Daesh.

Se trata de otro «caso particular» de yihadistas de nuevo cuño, residente desde hace meses en una región, los suburbios del norte de París, donde los servicios de seguridad tienen fichados a más de 4.000 sospechosos.

Farid I. fue neutralizado a tiros por uno de los miembros de la patrulla que rondaba entre millares de turistas, ante la explanada de Notre Dame, la plaza Juan Pablo II.

Internado en un hospital militar, mientras la fiscalía anti terrorista realiza sus primeras indagaciones, comenzó por ser presentado como personaje del que se desconocían «signos de radicalización».

Sus vecinos, en Cergy (Val d’Oise), en la periferia norte de la capital, donde vivía desde hace meses en una «residencia de estudiantes» lo describen como un hombre «tranquilo y muy discreto».

Sus profesores en la Universidad de Metz, donde residió varios años, lo describen como un estudiante «pro occidental», que trabajaba en una tesis sobre «periodismo y elecciones» en el Magreb. Uno de sus profesores, Arnaud Mercier, presenta al autor del intento de asesinato, ante Notre Dame, de este modo: «Cuando yo lo conocí era un hombre muy pro occidental, muy partidario de los valores democráticos, convencido de la misión democrática de los medios de comunicación. Nunca le advertí ningún signo exterior de adhesión excesiva al islam. Siempre me hablaba de usted y era muy respetuoso. Luego, es cierto, dejó de dar señales de vida, desde el mes de noviembre. Su radicalización pudo consumarse durante el último semestre».

A las pocas horas del intento de asesinato, a martillazos, de un policía, Gérard Colom, ministro del Interior, fue el primero en subrayar que Farid I. se había confesado «soldado» de Daesh.

Tras un registro en profundidad de la residencia donde Farid I. vivía «aislado y solitario», las fuerzas de seguridad han descubierto un vídeo en el que el yihadista prestaba juramento a Daesh.

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