Sudán entregará a Al Bashir a la Corte Penal Internacional

Sudán ha aceptado entregar al presidente derrocado del país, Omar al-Bashir, a la Corte Penal Internacional (CPI) para enfrentar cargos de crímenes de guerra, genocidio y crímenes contra la humanidad en Darfur entre 2003 y 2008, que provocó la muerte de 300.000 personas. Se desconocen los detalles de la operación, pendiente todavía, de una negociación final.

La decisión llega después de que el gobierno sudanés y los grupos rebeldes en Darfur acordaran el martes que aquellos buscados por la Corte Penal Internacional deben ser transferidos al tribunal de La Haya para ser juzgados. «Vamos a cooperar plenamente con la CPI», dijo Nimri Mohamed Abd, jefe negociador del pueblo de Darfur en Juba. Un compromiso que busca la paz y potenciar mecanismos para la reconciliación: « La justicia no se puede lograr si no curamos las heridas (...)Estamos haciendo lo que el pueblo sudanés nos pidió que hiciéramos », dijo Mohammed Hassan al-Taishi, portavoz del gobierno sudanés y miembro civil del consejo soberano, el organismo que supervisa la transición del país a la democracia . Taishi dijo también que las dos partes acordaron crear un tribunal especial para investigar los crímenes de Darfur y juzgar a los sospechosos no acusados por la CPI.

Bashir, de 76 años, enfrenta cinco cargos de crímenes contra la humanidad por asesinato, traslado forzoso, exterminio, tortura y violación; dos cargos de crímenes de guerra por ataques contra civiles; y tres cargos de genocidio por asesinatos cometidos en Darfur entre 2003 y 2008 . La ONU estima que alrededor de 2,5 millones de personas fueron desplazadas durante los choques entre grupos armados locales y las fuerzas de Bashir y las milicias respaldadas por su gobierno.

El órgano judicial de La Haya, cuya finalidad es enjuiciar crímenes de guerra, emitió su primera orden de arresto contra el exdictador sudanés en 2009 , y un año después, una segunda. Bashir, que se encuentra retenido desde el golpe militar que le apartó del poder en abril del año pasado, fue condenado en diciembre a dos años de confinamiento en un centro de rehabilitación por corrupción. Las autoridades encontraron más de siete millones de euros en divisas y libras sudanesas en su hogar. Los fiscales también lo acusaron de asesinar a manifestantes durante las multitudinarias protestas que forzaron su dimisión y su papel en el golpe de estado de 1989 que le encumbró al poder en 1989.

Bashir niega todas las acusaciones en su contra y asegura que es víctima de una « conspiración occidental ». Su abogado dice que el que dirigiera el país con puño de hierro durante décadas no negociará con la CPI por tratarse de un « tribunal político », según recoge Reuters.