El papel que tuvo España en el nuevo escándalo de poder de Trump
El presidente de EE.UU. pidió a su enviado especial para Ucrania, Kurt Volker, que organizara un encuentro privado entre enviados de ambos gobiernos, una cita que finalmente se celebró en Madrid
Los demócratas admiten que es lo más cerca que han estado hasta ahora de iniciar el proceso de recusación —«impeachment»— contra Donald Trump, a pesar de que queda apenas un año para las próximas elecciones presidenciales. El presidente, por su parte, ha entrado en aguas políticas pantanosas al admitir implícitamente que en una llamada del 25 de julio con el nuevo presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskiy , habló con este de Joe Biden y los negocios de su hijo en ese país. Incluso para un presidente acostumbrado a saltarse las costumbres de gobernanza tradicionales, el haber exigido la investigación de un posible rival político a cambio de desbloquear ayudas militares puede ser un paso demasiado lejos.
¿Qué hizo Biden en Ucrania en 2016?
Las pruebas y testimonios aparecidos en días recientes demuestran la siguiente relación temporal de hechos: en 2016, Joe Biden, entonces vicepresidente, amenaza al presidente ucraniano, Petro Poroshenko , con anular 1.000 millones de dólares en garantía de crédito si no despide al fiscal general, Víctor Shokin , acusado de corrupción. En el ejercicio de su cargo, Shokin ha investigado además la empresa de gas Burisma, en cuyo consejo de administración presta servicio un hijo de Biden, Hunter . Este año, cuando Biden comienza a sonar como líder en las primarias demócratas, Trump admite que ha hablado con su fiscal general [ministro de Justicia] sobre la posibilidad de investigar las maniobras de Joe Biden en Ucrania. No hay denuncias presentadas contra Biden por esas maniobras y el gobierno ucraniano ha repetido varias veces que no hay sospecha de delito.
¿Qué ocurrió en Madrid?
España tiene una parte central en este escándalo, como escenario del supuesto abuso de poder por el que los demócratas se plantean iniciar la recusación de Trump. Tras hablar por teléfono el 25 de julio con el presidente ucraniano Zelensky, Trump pide a su enviado especial para Ucrania, Kurt Volker, que organice un encuentro privado entre enviados de ambos gobiernos. La cita tiene lugar en Madrid. Por la parte ucraniana acude Andriy Yermak, un abogado asesor de Zelensky. Trump envía a su abogado personal, Rudy Giuliani, que entre 1994 y 2001 fue alcalde de Nueva York. Ya en 2016 tuvo lugar en Madrid otra reunión importante para la investigación de la trama rusa. El entonces jefe de campaña de Trump, Paul Manafort, se vio en la capital española con un colaborador del Kremlin, Konstantin Kiliminik, de nacionalidad ucraniana, quien recibió datos demoscópicos de la campaña electoral republicana.
¿Qué prometió Trump que es tan escandaloso?
Los demócratas, que son mayoría en la Cámara de Representantes del Capitolio, creen que, tanto en la llamada de teléfono con Zelensky como en el encuentro en Madrid, Trump promete autorizar la transferencia de 250 millones de dólares en ayuda militar si Ucrania investiga a los Biden. Esos 250 millones fueron aprobados por el Capitolio, pero, sin dar explicaciones, la Casa Blanca los congeló desde julio hasta el 12 de septiembre. Ucrania es un país en guerra, sometido desde 2014 a una agresión de Rusia, que se ha anexionado la península de Crimea.
¿Cómo se hace público el escándalo?
El escándalo emerge a la luz pública porque la llamada del 25 de julio, hecha por vías oficiales, es escuchada por varios funcionarios -ministros, diplomáticos y espías- y uno de ellos, analista de inteligencia, se queja al Inspector General de que una promesa efectuada por Trump puede ser constitutiva de un delito de poder. El Inspector General -una especie de Defensor del Pueblo- lleva el caso al Capitolio, donde los demócratas, desde la comisión de Inteligencia de la Cámara, abren una investigación. El 19 de septiembre testificó a puerta cerrada el Inspector General, Michael Atkinson , sin dar información relevante. El 26 hará lo mismo, pero a puerta abierta y ante las cámaras, el Director de Inteligencia Nacional, Joseph Maguire.
¿Qué ha dicho Trump?
Trump, por su parte, ha negado haber pedido nada y dice que su conversación con Zelensky se mantuvo dentro de los márgenes de lo correcto y diplomático. Pero el presidente no pudo evitar, al ser preguntado por el escándalo, saltar inmediatamente de la llamada a Biden. «Joe tiene muchos problemas. Joe ya tiene suficientes problemas sin este escándalo. Pero lo que hizo [en 2016] fue algo terrible. Y lo hizo... hizo una oferta. Fue más que una oferta. Dijo: no voy a dar miles de millones de dólares a Ucrania a menos que retiren a este fiscal. Y supuestamente despidieron al fiscal en una hora. Y el fiscal estaba investigando la compañía del hijo de Biden».
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