El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, celebra la victoria del refeéndum no vinculante
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, celebra la victoria del refeéndum no vinculante - REUTERS

Puerto Rico vota a favor de anexionarse a Estados Unidos

Tras una consulta con muy baja participación, del 23%, serán las instituciones de Washington las que decidan el futuro de la isla

En plena crisis económica, los portorriqueños se pronunciaron sobre su estatus por quinta vez en la historia

Corresponsal en Washington Actualizado: Guardar
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Puerto Rico no deja de pronunciarse sobre su personalidad jurídico-política. Este domingo, los habitantes de la isla votaron a favor de convertirse en el estado número 51 de la Unión, en una consulta que registró una baja participación, del 23%. Del poco más de medio millón de portorriqueños que ejerció su derecho en las urnas, el 97% se mostró favorable a que la isla se anexione a Estados Unidos. Un dato apabullante en comparación con el 1,5% que se mostró partidario de la independencia de Puerto Rico y del apenas 1,3% que refrendó el actual régimen de estado libre asociado a la Unión. Aunque el hecho de que participara menos de la cuarta parte de los 2,3 millones de portorriqueños llamados a las urnas resta fuerza al referéndum, no vinculante.

Ahora, el futuro de la isla queda en manos de las instituciones de Estados Unidos, que deberán decidir si atienden o no la reclamación.

Con cuatro precedentes históricos en poco más de medio siglo, en 1967, 1993, 1998 y 2012, la nueva consulta tiene como origen la crisis económica de la isla, que ha llevado a Puerto Rico a declararse en impagos en dos ocasiones en el presente ejercicio. En medio de las graves dificultades financieras, que sumen a las autoridades en unas obligaciones a las que no pueden hacer frente, valoradas en 72.000 millones de dólares, el gobernador, Ricardo Rosselló, del Nuevo Partido Progresista, ha defendido la integración plena en la Unión desde que tomara posesión a principios de año, como una forma de superar la dificultad histórica en la que se encuentra. Enfrente, el otro gran partido, el Partido Popular Democrático, reclamaba el mantenimiento del actual estatus de la isla, junto con otras formaciones políticas que decidieron boicotear y no llamar a la participación en la consulta. Mientras que la opción de la independencia plena, que se presentaba como la de menos respaldo entre los partidos, confirmó que sigue siendo casi testimonial.

Con una tasa de pobreza del 45% y con un desempleo que duplica al de Estados Unidos, la crisis ha obligado a las autoridades de Puerto Rico a un aumento de las tarifas de los servicios y de los impuestos indirectos, lo que ha generado crecientes protestas contra las autoridades locales y federales.

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