Guatemala reprime a la caravana migrante que se dirige a EE.UU.

Un total de 1.800 personas, la mayoría hombres, lograron traspasar la frontera

Biden toma posesión como presidente de EE.UU., en directo

Borja Rama

Los cuerpos de seguridad del Estado de Guatemala dispersaron ayer la caravana de inmigrantes que logró salir a paso firme el viernes pasado desde San Pedro Sula, en el norte de Honduras. Los militares decidieron apartarlos de la vía principal situada al oriente de Honduras y su comunicación con Guatemala. Después de tres días detenida, la marcha se dirigía hacia Honduras y El Salvador.

Muchos han buscado escondites clandestinos en las montañas, otros retornaron voluntariamente y el grupo más numeroso busca reunirse y seguir camino unidos, informó ayer la CNN. Las autoridades de inmigración aseguran que son 1.800, en su mayoría hombres, los que hasta el lunes por la noche traspasaron Honduras directos a su objetivo, Estados Unidos.

Por el contrario, unos 1.041 han desistido en su ansiada llegada a la tierra de las oportunidades después de los enfrentamientos con los militares y la dispersión del grueso del compacto grupo. Huyen ante la falta de seguridad y la crisis económica, agravadas con la pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2 unida a los fuertes huracanes Iota y Eta, que sacudieron la región centroamericana. Se estima que entre 6000 a 8000 personas formaban el equipo que ansiaba su llegada a suelo estadounidense.

Efecto llamada

Unas quince filas mezclados entre la Guardia Nacional y el ejército de Guatemala hicieron de muro humano para evitar el paso de los migrantes por Vado Hondo, carretera que mantenían bloqueada como paso natural desde Honduras. La caravana de migrantes, situada en una vía de vital importancia entre la comunicación entre Honduras y El Salvador, recibió el ultimátum de ser desalojada en diez minutos, pero esta apenas se movió. Se vislumbraron negociaciones como el planteamiento de su regreso a Honduras para regularizar su papeleo, pero tres camiones repletos de migrantes, con una posterior lluvia de piedras, hizo que el ejército forzara la disolución del pelotón.

En campaña, Biden declaró que «dará la bienvenida a los inmigrantes» reafirmando «el compromiso de los Estados Unidos con los solicitantes de asilo y los refugiados». Aquellas declaraciones han generado una suerte de efecto llamada de una marcha que coincide con su proclamación como presidente.

Ante esta situación, el presidente de México ha pedido a los estados de origen que atiendan a los migrantes «para que no entren en ningún país». Además, insistió en los DD.HH. y que no se trafique con la desesperación de los migrantes para que no caigan en mafias que «cobran y engañan».

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