Falsa democracia en Nicaragua: Daniel Ortega renueva su mandato con una abstención de más del 80%

No es una leyenda que determinados luchadores contra las dictaduras se convierten en dictadores como aquellos a los que combatían. Es el caso de Nicaragua, donde el sandinista Daniel Ortega renueva su mandato tras unas elecciones con una abstención de más del ochenta por ciento. Nadie cree en su democracia. Un libertador que prometía revolución y futuro convertido en brutal caudillo. Desde su vuelta al poder en 2008, el comandante, se ha erigido en presidente casi eterno de Nicaragua y ha ido apuntalando un sistema corrupto, clientelista, y autoritario que convierte a los nicaragüenses en aterrorizados rehenes del régimen. El orteguismo es ya una oscura religión, con una siniestra pareja presidencial: Daniel Ortega y Rosario Murillo, de revolucionarios a gobernantes despiadados que han arrasado en unas elecciones, casi de partido único. Con un firme estado policial, candidatos de la oposición en la cárcel, sin libertad de prensa y con la opresión a punto. El septuagenario tirano afronta su cuarto mandato con perspectivas aterradoras para los derechos humanos y las libertades; el mismo que fusil al hombro, derrocó a Somoza, ha levantado un estructura dinástica y personalista que aglutina todos los poderes posibles.-Redacción-