Erdogan, durante una comparecencia en el palacio presidencial de Ankara el pasado febrero
Erdogan, durante una comparecencia en el palacio presidencial de Ankara el pasado febrero - AFP

Las autoridades turcas culpan a una suicida del PKK de la matanza en Ankara

Según la versión oficial, la sospechosa actuó junto a un compañero varón que también se inmoló

El presidente Erdogan promete en un comunicado «arrodillar» a los terroristas

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El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, se ha comprometido a «arrodillar» a los terroristas tras el atentado de anoche en Ankara que dejó al menos 37 muertos y más de un centenar de heridos. También murió al menos uno de los sospechosos de llevar a cabo el atentado. Erdogan afirmó que el coche-bomba suicida que explotó ayer en Guven Park, un centro de conexión clave en la red de transportes de la capital turca, solo servirá para fortalecer la resolución de las fuerzas de seguridad turcas.

Poco después de la matanza, aviones turcos bombardearon objetivos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), grupo rebelde kurdo al que las autoridades sospechan responsable. Hasta el momento, ninguna organización ha reivindicado el atentado, pero fuentes gubernamentales apuntan al ilegalizado PKK.

El ministro del Interior, Efkan Ala, anunció que hoy lunes concluirá una investigación y que los sospechosos serán identificados. Fuentes policiales dijeron a Reuters que los primeros indicios apuntan a que lo ocurrido fue obra de dos terroristas, un hombre y una mujer. La mano mutilada de ella se encontró a 300 metros del lugar donde se inmoló. Las autoridades turcas aseguran que era integrante del PKK.

Tras la ruptura a finales de 2105 del alto el fuego vigente, los guerrilleros kurdos han llevado a cabo varios ataques en territorio turco en los últimos meses, provocando centenares de víctimas mortales, pero Estado Islámico también ha ejecutado atentados, por lo que la autoría del de anoche en Ankara sigue sin estar clara.

El Partido Democrático del Pueblo (HDP), la formación prokurda en Turquía emitió un comunicado en el que condenaba la acción terrorista, en el que decía que «compartimos el enorme dolor que sienten junto a nuestros ciudadanos». El HDP es con frecuencia acusado por el AKP de Erdogan de ser el brazo político del ilegalizado PKK, una acusación que rechaza, y de no denunciar la violencia.

Papel en Siria

Turquía está inmersa en la guerra siria. Participa en la coalición liderada por Estados Unidos contra Daesh y permite el uso de su base de Incirlik a los aviones de esa coalición que realizan bombardeos sobre posiciones yihadistas en Irak y Siria. También mantiene una campaña de bombardeos contra los combatientes kurdos de las Unidades de Protección Popular (YPG), a las que el Gobierno de erdogan considera una extensión del ilegalizado PKK.

En el comunicado presidencial que difundió, Erdogan dijo que los grupos terroristas golpean objetivos civiles porque están perdiendo la batalla contra las fuerzas de seguridad turcas. Llamó además a la unidad nacional y aseguró que Turquía hará uso de su derecho a la autodefensa para prevenir futuros ataques, lo que supone un anuncio poco velado de que habría una respuesta militar que ya se ha producido. Aviones de combate de las Fuerzas Armadas turcas han bombardeado campamentos de milicianos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el norte de Irak a primera hora de este lunes, según ha informado el Ejército turco.

«Nuestro pueblo no debería preocuparse, la lucha contra el terrorismo terminará seguro exitosamente y los terroristas serán arrodillados», aseveró Erdogan. Según la agencia oficial de noticias, el primer ministro, Ahmet Davutoglu, suspendió el viaje oficial que tenía previsto a Jordania para hacer frente a la emergencia.

Fuera de las fronteras turcas, los Estados Unidos condenaron el atentado suicida. El portavoz del Departamento de Estado, John Kirby, dijo: «Reafirmamos nuestra firme asociación con nuestro aliado turco en la OTAN en el combate a la amenaza compartida del terrorismo». Por su parte, el secretario general de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, se sumó a la condena y afirmó que «no hay justificación para estos atroces actos de violencia».

El mes pasado, otro ataque con bomba contra un convoy militar mató a 28 personas e hirió a docenas más. Un grupo kurdo, los Halcones por la Libertad del Kurdistán (TAK), reivindicó aquella acción y explicó en su página web que era la represalia por las políticas de Erdogan. Ankara, sin embargo, culpó a un ciudadano sirio miembro del YPG. El pasado octubre más de cien personas perdieron la vida en un doble atentado suicida contra los manifestantes en una manifestación pacifista en Ankara.

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