Erdogan y Putin, durante la rueda de prensa conjunta en Moscú
Erdogan y Putin, durante la rueda de prensa conjunta en Moscú - REUTERS

Erdogan acude a Moscú para rendir pleitesía a Putin

El mandatario ruso subrayó hoy que «la integridad territorial de Siria debe respetarse. Ésta es una condición indispensable para el arreglo de la crisis» en el país árabe

CORRESPONSAL EN MOSCÚ Actualizado: Guardar
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Continúa en el Kremlin el desfile de altos mandatarios extranjeros para rendir pleitesía al presidente ruso, Vladímir Putin, o quejarse por sus políticas. Ayer acudieron el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y el titular de Exteriores alemán, Sigmar Gabriel. Hoy le ha tocado el turno al jefe del Estado turco, Recep Tayyip Erdogan.

«Estamos muy satisfechos de que nuestras relaciones se están reactivando a un ritmo bastante rápido», afirmó hoy Putin en el Kremlin justo al comienzo de su encuentro con Erdogan. Según sus palabras, en contra de los que se esperaba, «estamos estableciendo un contacto estrecho y muy eficaz a nivel militar y entre nuestros servicios secretos». Putin subrayó que Moscú y Ankara colaboran de forma activa «en la solución de las crisis más graves del mundo, en primer lugar Siria».

Ya en la rueda de prensa conjunta que se celebró tras la reunión, el jefe del Kremlin declaró que «la integridad territorial de Siria debe respetarse. Ésta es una condición indispensable para el arreglo de la crisis» en el país árabe. Putin llamó también a su interlocutor turco a una lucha «más activa» contra el Daesh.

Unidad de Siria

El líder turco, por su parte, aseguró que su país no se propone ocupar la ciudad de Manbech, en el norte de Siria, en donde hay en curso una operación antiterrorista de las fuerzas turcas. Erdogan coincidió con Putin en la necesidad de preservar la unidad de Siria y volvió a pronunciarse en contra de la creación de una autonomía kurda como en el caso de Irak.

Tras sellar la paz en agosto del año pasado en San Petersburgo, después de la grave crisis que sufrieron las relaciones entre Rusia y Turquía por el derribo de un cazabombardero ruso Su-24 al norte de Siria, en noviembre de 2015, ambos países siguen dando pasos hacia una total reconciliación. No obstante y pese a los avances logrados, Moscú y Ankara mantienen serias discrepancias en cuanto a cómo abordar el proceso político en Siria.

Putin apoya abiertamente a Bashar al Assad mientras que Erdogan sigue defendiendo que debe dejar el poder y ha venido incluso apoyando a quienes quieren derrocarle. Pese a ello, Rusia ha conseguido vincular a Turquía como mediador al actual proceso de conversaciones en Astaná (Kazajstán) entre el régimen sirio y la oposición armada para el establecimiento de un alto el fuego permanente que propicie el inicio de la transición política. Irán apadrina también las negociaciones.

Incidentes entre ambos países

Hace un mes, aviones rusos dispararon por un error de «coordinación» contra un destacamento del Ejército turco en el norte de Siria, causando la muerte a tres militares e hiriendo a otros once. Putin tuvo que telefonear a Erdogan para disculparse y darle el pésame. En diciembre, caía asesinado a tiros el embajador ruso en Turquía, Andréi Kárlov, incidente que también puso a prueba las relaciones entre los dos países.

Atrás quedan las duras sanciones económicas que Rusia impuso a Turquía por la muerte del piloto del Su-24. Ahora, Putin y Erdogan piensan más bien en proyectos conjuntos como el de la primera central nuclear que tendrán Turquía en Akkuyu, con tecnología rusa, o el gaseoducto Turkish Stream.

El jueves, Putin se reunió con Netanyahu, que se quejó de la «presencia militar en Siria de Irán y su marionetas», en alusión a Hizbolá, y recibió también a Gabriel, que habló de la necesidad de restablecer las maltrechas relaciones entre Moscú y Berlín resolviendo en primer lugar el conflicto en el este de Ucrania y disminuyendo el furor militarista.

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