Gráfico: Luis Cano
Todos los hombres del presidente

El equipo de Trump: blancos, ricos y con poca experiencia

El nuevo mandatario privilegia la trayectoria empresarial sobre la política

Filtra en el gráfico para conocer si vienen de la política o del sector privado, sin son secretarios o consejeros, su sexo o edad

NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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Donald Trump prometió durante la campaña electoral que, de llegar a la Casa Blanca, gestionaría el país igual que sus negocios. Todavía no se sabe cómo impregnará de práctica empresarial su presidencia de EE.UU., pero la configuración de su Gabinete muestra que tratará de ser fiel a la promesa: dominan los millonarios, los líderes de multinacionales y los ejecutivos de Wall Street, mientras que perfiles con amplia experiencia de servicio público son minoría. De alguna manera, su Gabinete es una versión grupal de sí mismo.

Se estima que la fortuna acumulada de Trump se eleva a 13.100 millones de dólares, un valor mayor que el Producto Interior Bruto de 70 países del mundo. Ese número incluye los 3.700 millones de dólares que la revista Forbes calcula para el propio Trump –él asegura que es mucho mayor, en torno a los 10.000 millones de dólares–, aunque otros miembros de su equipo tienen más dinero.

Destacan la elegida para secretaria de Educación, Betsy DeVos, con una fortuna de 5.100 millones de dólares, y los otros dos miembros del Gabinete con más de mil millones: el empresario Wilbur Ross, apodado «el rey de la bancarrota», nominado para secretario de Comercio, con 2.500 millones de dólares; y Linda McMahon, que gestionará el departamento de Pequeñas Empresas, con 1.350 millones de dólares. Excepto el vicepresidente Mike Pence y el nominado para secretario de Interior, Ryan Zinke, todos los elegidos por Trump de los que se ha tenido acceso a sus finanzas tienen un patrimonio de más de 2,5 millones de dólares.

Esto contrasta con el Gabinete saliente de Barack Obama, con una fortuna total estimada de menos de 3.000 millones de dólares, cuya gran mayoría provienen de la fortuna de la secretaria de Comercio, Penny Pritzker, que acumula 2.400 millones, según Forbes. El Gabinete de Trump es 34 veces más rico que el que tenía George W. Bush cuando dejó la Casa Blanca hace ocho años, con 390 millones de dólares.

Y el patrimonio de la Administración Trump todavía sería más jugoso si se contabilizan las fortunas de otros nominados para puestos importantes que no son del Gabinete presidencial, como el vicesecretario de Comercio, Todd Ricketts (5.300 millones) o el secretario de la Armada, Vincent Viola (1.790 millones).

El problema de tener una fortuna amplia, cuando se desembarca en el servicio público, es que abre el abanico de conflictos de interés. El presidente está exento de ellos –su actividad abarca todos los ámbitos de gobierno–, pero los altas cargos de cada departamento tienen que demostrar que no tendrán poder de mando sobre sectores en los que tienen intereses económicos. El tamaño y la diversidad de las fortunas y los negocios de algunos nominados está suponiendo un lastre en el proceso de confirmación, que depende del Senado.

«Se nos presentó el problema de que la Administración Trump no estaba preparada para presentar una propuesta de Gabinete», criticó a Politico el senador demócrata Sheldon Whitehouse para explicar el retraso en la confirmación de los nominados, el más largo que se recuerda. «Y han agravado el problema eligiendo a millonarios con situaciones financieras enormemente complicadas y a gente con grandes conflictos de interés», añadió.

A eso se le añade otro problema: el 52% de los nominados por Trump no tiene experiencia directa en el servicio público –frente al 87% del de Obama y el 96% del de George W. Bush–, lo que ha despertado críticas, al igual que la presencia de tres pesos pesados de Goldman Sachs, a pesar del discurso anti Wall Street que ofreció durante buena parte de la campaña.

El capítulo en el que el Gabinete de Trump suspende sin paliativos es en diversidad: entre las 23 personas nominadas a un cargo del Gabinete o de un nivel similar, solo hay cuatro mujeres.

Mike Pence, vicepresidente

Mike Pence, vicepresidente
Mike Pence, vicepresidente

El vicepresidente es la antítesis de Donald Trump: de maneras suaves, con tono sosegado, devoto evangélico, conservador férreo, con experiencia en el servicio público y sin un duro en el banco. Su patrimonio es de 211.000 dólares, según los último datos disponibles divulgados en 2012, una nimiedad comparado con los 3.700 millones que se le atribuyen al presidente.

Como muchos otros candidatos a vicepresidente, la elección de Pence tuvo una clara intención electoralista. Frente a un Trump insultón, soez y mujeriego, un multimillonario de Nueva York al que sería difícil calificarle de republicano y sin conexión real con la América profunda, Pence es una figura respetada por el mundo conservador estadounidense. Llegó a la campaña desde su puesto de gobernador en Michigan, uno de los estados industriales del «Rust Belt» –el cinturón oxidado– que fue clave en la victoria de Trump.

Tiene también experiencia en Washington, donde fue diputado de la Cámara de Representantes. Su ascendencia con los legisladores conservadores será muy útil para engrasar las relaciones del presidente con los líderes republicanos en el Congreso, que se han demostrado tumultuosas.

Rex Tillerson, secretario de Estado

Rex Tillerson
Rex Tillerson

El elegido para secretario de Estado no podrá evitar que su mandato esté bajo la lupa. Tras unas elecciones con un protagonismo especial de Rusia –desde la sintonía de Trump con Putin hasta la constatación de que el Kremlin trató de influir en las elecciones a favor del candidato republicano–, Rex Tillerson ha sido nominado para dirigir la diplomacia estadounidense después de dos décadas de relaciones estrechas con Putin, como consejero delegado de ExxonMobil, el gigante petrolero.

Stephen Bannon, estratega jefe

Stephen Bannon
Stephen Bannon

Es complicado prever qué impacto tendrá Stephen Bannon en la Administración Trump, pero solo su nombramiento indica cuál será el tono de la nueva presidencia. Bannon recibió el cargo de Estratega Jefe de la Casa Blanca, después de haber sido presidente de la campaña de Trump. La mano derecha ideológica de Trump en Washington es un personaje oscuro, conocido por ser el dueño de Breitbart, la gran plataforma mediática de la extrema derecha en EE.UU.

Jared Kushner, yerno y asesor

Jared Kushner
Jared Kushner

Trump ha tenido una confianza ciega en su familia durante la campaña electoral. Tres de sus cuatro hijos adultos –Ivanka, Donald Jr. y Eric– han formado parte tanto del equipo de campaña como del de transición a la presidencia. Pero la figura con más peso es la de Jared Kushner, el marido de Ivanka, al que se le atribuyen decisiones clave sobre fichajes, sobre todo para los directores de campaña. Ahora, Jared e Ivanka serán asesores del presidente en la Casa Blanca.

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