El circo de la cumbre: «selfies», cócteles y Denis Rodman llorando

Dobles de Trump y Kim Jong-un, platos en su honor y famosos aprovechan el histórico encuentro de Singapur para hacer negocio

Foto publicada por el ministro de Exteriores de Singapur, Vivian Balakrishnan, en su cuenta en la red social vía Twitter

Begoña Lucena

Los ojos de todo el mundo se han puesto esta semana en Singapur. La ciudad-Estado asiática ha visto alterado su ritmo habitual y se ha convertido en el centro de atención mediática internacional . Una ocasión que muchos han aprovechado para hacer negocio con la cumbre entre Trump y Kim Jong-un .

El «selfie» que regaló al mundo el dictador norcoreano , Kim Jong-un, en uno de los principales atractivos turísticos de Singapur la noche previa a su cita con Trump, asombró a la mayoría. Y no es la única sorpresa que nos ha dejado esta cumbre. La imagen de Singapur se ha visto exponencialmente proyectada al resto del mundo y muchos negocios han sabido sacarle partido. Cada uno a su manera.

Cómo hacer negocio con la cumbre

Los obvios ganadores, los hoteles escenario de la reunión , el Shangri-La, donde se ha alojado el presidente estadounidense; el St. Regis, sede de la delegación norcoreana; y el Capella, en la isla de Sentosa, marco de la reunión. Junto a ellos, compañías de seguridad, taxis, comercios y establecimientos de restauración, que han tenido que hacer frente a la afluencia de periodistas y curiosos que se han paseado estos días por Singapur.

Algunos de ellos se han mimetizado tanto con la cumbre que hasta han creado platos y bebidas propias, como el cóctel «Bromance», elaborado para la ocasión por un bar de tapas cercano al distrito comercial de Singapur. Lleva un poco de tequila, cerverza, «soju» (la bebida nacional de los coreanos) y Coca-Cola Light, en honor a Trump. O el «nesi lemak», un plato típico de Singapur versionado con ternera seca y «kimchi», dos productos típicos de Corea. «La cumbre nos va a poner en el mapa», aseguraba Ryan Sathirian , chef de Shiraz Kebabs , un establecimiento popular en Singapur desde hace diez años. Igualmente se expresaba uno de los encargados del restaurante Jaime Oliver en plena calle Orchard, la principal arteria comercial de la ciudad. «Si muchos no conocían Singapur, ahora la van a conocer, sin duda».

Periodistas bien alimentados

Los vendedores del Starbucks situado junto al St. Regis, donde pernoctaba Kim Jong-un, han hecho también su agosto. Si los negocios del centro comercial vecino veían caer sus ventas estos días, ellos, en cambio, se han beneficiado de los cientos de turistas y medios de comunicación que se apostaban a las afueras del hotel. «Los periodistas necesitan mucho café, son muchas horas esperando para sacar la foto», contaba a ABC uno de los camareros. No en vano son más de 2.500 los periodistas que han venido de todos los rincones del globo para cubrir esta cita histórica. Y de ellos también se ha ocupado el Gobierno de Singapur. «No hay razón para que, en medio de las intensas horas que tienen que trabajar, los reporteros apurados no disfruten de los sabores auténticos de Singapur», afirmaba Wong Peck Lin , directora de una de las empresas proveedoras de comida en el Centro de Prensa Internacional.

Falsos Trump-Kim y el «chico malo» de la NBA

Y es que la cumbre es una plataforma única para promocionar la imagen de Singapur, que ha sabido cumplir con su fama de eficaz y organizada. Aunque también ha sorprendido con episodios de humor inusuales para sus habitantes, como la réplica de unos falsos Trump y Kim Jong-un que se han paseado, saludando a diestro y siniestro, por varias de las calles más concurridas de la ciudad-Estado, provocando risas y, también, mucha cofunsión entre algunos viandantes, que creían estar viendo a los personajes reales.

Mayor revuelo causó la leyenda de la NBA, Dennis Rodman , a su llegada al aeropuerto de Singapur el lunes por la noche. El exjugador de Chicago Bulls, considerado en su día uno de los más controvertidos en la cancha y fuera de ella, es amigo personal de Kim Jong-un y de Trump y ha viajado en varias ocasiones a Corea del Norte. Para darle bombo a su presencia en la cumbre, se presentó ataviado con una camiseta promocional de una empresa de criptomonedas usadas para comprar marihuana, que financia su viaje a Singapur y también pagó el que hizo a Corea del Norte en 2017. En una entrevista televisada, lloraba cuando contaba que había recibido amenazas en Estados Unidos por su apoyo a Kim Jong-un y se mostraba «feliz» por el encuentro con Trump. Una cumbre en la que, desde luego, no ha faltado de nada. Habrá que ver en las próximas semanas si los esfuerzos han merecido la pena.

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